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Familiares y compañeros despidieron ayer en un funeral, celebrado en la Catedral de Santander, al policía Domingo Durán Díez, quien murió el viernes tras haber permanecido ocho años tetrapléjico como consecuencia del atentado terrorista que sufrió en 1995 en Bilbao.

Al funeral de cuerpo presente, oficiado por el obispo de Santander, José Vilaplana, asistió el ministro de Interior, Angel Acebes, quien afirmó que ETA ofrece permanentemente en sus atentados «dolor y sufrimiento».

El agente Domingo Durán Díez, natural de Villar del Rey (Badajoz), de 48 años, casado y con una hija, murió en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla de Santander, donde ingresó el martes.

El policía nacional permaneció ocho años tetrapléjico tras ser tiroteado por un comando de ETA cuando prestaba sus servicios en las oficinas del DNI y pasaportes de Bilbao junto a Rafael Leiva Loro, quien murió en el atentado.

El féretro con los restos mortales del agente, portado por compañeros de Bilbao y Cantabria, fue conducido desde la Jefatura de Policía, donde ayer quedó instalada la capilla ardiente, hasta la Catedral de Santander, donde el obispo, José Vilaplana, ofició un funeral concelebrado por cuatro sacerdotes.

Domingo Durán, al que los compañeros recordaban esta mañana como una persona «sociable, dicharachera y muy amiga de sus amigos», fue enterrado en el cementerio de Escalante.