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El presidente del Gobierno, José María Aznar, reprochó ayer a CiU que se «radicalice» y se avergüence de una colaboración con el PP que ha sido buena para Catalunya, y afirmó que «los socialistas no son fiables» porque carecen de un proyecto o liderazgo serios.

Aznar hizo estas afirmaciones en su intervención de apertura de un mitin-almuerzo con el candidato a la Generalitat, Josep Piqué, en la que enumeró los beneficios reales que ha supuesto para Catalunya los acuerdos de gobierno entre CiU y PP, un partido que aporta «coherencia, seriedad y credibilidad».

El presidente también apuntó que, frente los proyectos «serios y reales» del PP, otros sólo plantean «peligros y aventuras», reniegan de acuerdos pasados, como CiU, o cambian de opinión cada dos días y carecen de «proyectos serios o líderes responsables», como el PSC.

El candidato del PP a la Presidencia del Gobierno central y secretario general del partido, Mariano Rajoy, afirmó por su parte los dos partidos mayoritarios en Catalunya, CiU y PSC, están «desviando la moderación» y consideró «incomprensible» la «colosal fascinación» y «la atracción fatal» de Artur Mas y Pasqual Maragall hacia ERC.

Rajoy indicó que Maragall «ha hecho la pelota de manera lamentable» al líder republicano, Josep Lluís Carod Rovira, algo que juzgó «impropio de un dirigente político con personalidad».

Por su parte, Piqué destacó que el equipo electoral de Maragall no confía en el líder socialista y le piden que «no sea imaginativo y no se salga del guión». Piqué desconfió de un gobierno heterogéneo de izquierdas y reiteró que un pacto entre PSC, ERC e ICV-EUiA implicaría una subida de impuestos, más déficit y más paro.