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Las Cortes de la VIII Legislatura de la democracia quedaron ayer constituidas en sendas sesiones de ambas Cámaras en las que se plasmó el acuerdo de todos los grupos salvo el PP, que ha permitido que los socialistas Manuel Marín y Javier Rojo presidan el Congreso y el Senado, respectivamente.

La gran mayoría de los restantes optaron por el «sí, prometo», al que los diputados de las formaciones nacionalistas, a excepción de CiU, añadieron la frase «por imperativo legal».

El nuevo presidente del Congreso, a quien no se opuso ningún candidato alternativo, obtuvo el respaldo de 202 diputados, superando así la mayoría absoluta necesaria para resultar elegido en primera votación y convertirse en el séptimo presidente de la Cámara Baja de la etapa democrática.

Los diecinueve diputados pertenecientes a las formaciones políticas de ERC, PNV, BNG, EA y NB prometieron ayer por la mañana su cargo como parlamentarios en la sesión constitutiva del Congreso añadiendo la frase «por imperativo legal».

La jura o promesa de la Constitución por parte de los 350 diputados elegidos en los comicios del pasado día 14 de marzo se realizó ante el pleno del Congreso una vez elegidos los miembros de la Mesa de la institución.

Los diputados juraron o prometieron sus cargos desde sus escaños y la fórmula de juramento sólo fue utilizada de forma mayoritaria por los representantes del Partido Popular.

En el Senado, el socialista alavés Javier Rojo fue elegido octavo presidente de la Cámara Alta de la democracia al obtener en primera votación 128 votos, dos más de la mayoría absoluta requerida, frente a los 123 que logró su oponente, la senadora del PP Rosa Vindel.

El acuerdo alcanzado por PSOE, CiU, ERC, PNV, IU-ICV, CC, BNG, CHA, EA, NB, en el Congreso, además de Entesa y PAR, en el Senado, permitió que cuatro fuerzas políticas estén representadas en la Mesa de la Cámara Baja y cinco en la del Senado.