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Según los investigadores, la bomba habría sido colocada pasadas las ocho horas de la mañana. El artefacto estaba puesto entre las traviesas de la vía a su paso por un puente. Los investigadores consideran que tuvo que ser colocado allí después de las ocho de la mañana, puesto que a las 7.30 horas agentes de la Guardia Civil y operarios de Renfe realizaron una ronda y la bolsa no había sido colocada. Además, el ministro informó de que la bolsa estaba seca, cuando a lo largo de la noche se produjeron diversas precipitaciones en la zona.

Un vigilante de Renfe fue quien percibió en torno a los 11.30 horas la presencia de la bolsa. Los servicios de desactivación de explosivos (GEDEX) comprobaron la existencia de un explosivo y procedieron a desactivarlo.

Acebes explicó que a falta del análisis definitivo permite apuntar «con toda cautela» que estaba cargado con 12 kilos de Goma 2 Eco. El detonador también era de cobre, al igual que los utilizados el 11-M. El ministro indicó que no había sido instalado completamente, puesto que le faltaba el iniciador -eléctrico o manual-, por lo que se sospecha que quienes colocaron el artefacto huyeron al sospechar que podían ser sorprendidos. La bomba tenía un cable de 136 metros conectado a un detonador.

El ministro del Interior pidió «tranquilidad» y anunció la puesta en marcha de un dispositivo con efectivos de los cuerpos de Seguridad y del Ejército en el que se utilizarán 45 helicópteros y vehículos blindados del Ejército. Renfe puso en marcha un plan de transporte alternativo para hacer llegar por carretera a los 1.591 pasajeros a sus destinos.