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Los partidos nacionalistas catalanes arremetieron ayer contra las declaraciones efectuadas por José Bono en el acto de toma de posesión como ministro de Defensa.

En rueda de prensa en el Parlament, Boada se refirió así al acto de toma de posesión de Bono como ministro de Defensa, en la que aseguró que el Gobierno «no va a volver a dar la espalda nunca más a las Naciones Unidas» y que «no habrá asociaciones sindicales en las Fuerzas Armadas, que es tanto como decirlo en la Guardia Civil».

El portavoz del grupo parlamentario de ICV-EUiA, Joan Boada, aseguró que el ministro de Defensa, José Bono, «es la cuota derechista y casposa» del Gobierno, y dijo que en su toma de posesión hizo un discurso propio de un «freak» (personaje estrafalario), «entre el surrealismo y la cultura casposa».

«Nos da la sensación de que es la cuota derechista y casposa que debe de tener un Gobierno de España, y que la representa claramente el señor Bono», opinó Boada.

El jefe de la oposición en Catalunya, Artur Mas, lamentó la «chulería» y la actitud «presuntuosa» que, a su juicio, mostró Bono en el acto de su toma de posesión, más propio de la «España cañí» y en el que ofreció una imagen «gastada y oxidada».

Mas tildó ese acto de «espectáculo apolillado, casi ancestral», con el que «a mucha gente» en Catalunya «se le cayó el alma a los pies». Según Mas, el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, «no tendría que haber tolerado» las formas de Bono, ya que el acto del lunes «no dio la sensación que quiere transmitir el nuevo Gobierno».

El portavoz de ERC en el Parlament, Josep Huguet, lamentó el «festival de toma de posesión» del ministro de Defensa y que el PSOE no tenga «representantes del Ejército homologables internacionalmente», sino de ésos que «dan un nivel de anormalidad que no corresponde a la modernidad de la sociedad española». Huguet calificó a Bono como ministro de «de tradición juvenil falangista». El diputado republicano criticó especialmente que Bono prohibiera la sindicación de militares y guardias civiles y lo consideró una incoherencia del PSOE.