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El nuevo ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, quiso dejar ayer claro que su Ministerio tiene como uno de los principales objetivos «la reducción de la precariedad y temporalidad» en el mercado de trabajo español que se ha convertido en «un gran estorbo» para alcanzar mayores niveles de competitividad económica. Para ello anunció que se bajarán las cotizaciones sociales a los contratos indefinidos y se penalizará más a los contratos temporales. El titular de Trabajo afirmó que la herramienta del diálogo social es primordial y que durante esta legislatura «no se harán ni impondrán reformas por decreto», sino con el respaldo de los agentes sociales.

Hasta el sábado no se conocerá el nombre del nuevo secretario general, aunque todo parece indicar que José María Fidalgo repetirá en su cargo aunque contará con menos apoyos. El todavía máximo responsable del sindicato ofreció al PSOE su apoyo para que el cambio político sea «el acto inaugural de la nueva etapa».

Caldera realizó este anuncio durante su discurso en el VIII Congreso de CC OO que se inauguró ayer en Madrid. En su alocución el ministro lamentó la situación de precariedad del mercado laboral y anunció la intención de los socialistas de acabar con el uso excesivo de los contratos temporales y la rotación en el empleo.

CC OO inició ayer su congreso en medio de una de las crisis más graves sufridas por el sindicato en los últimos años debido a las divisiones internas. Tres candidatos con posiciones que parecen irreconciliables lucharán por la presidencia del sindicato en un disputado congreso.

Los otros candidatos a la secretaria general sindical siguieron atentamente el discurso de Fidalgo insistiendo en que lo que el sindicato necesita es una pluralidad de opiniones más eficaz para defender a los trabajadores