La Policía búlgara ha detenido a Tony Rades, nacional de ese país y
considerado un integrista, en relación con los atentados del pasado
11 de marzo en Madrid.
Interpol busca a instancias de las autoridades españolas al menos a
otras cuatro personas de origen de países de Europa del Este por su
posible relación con los atentados, según informaron fuentes
policiales.
Según fuentes de la investigación, Rades, cuyo nombre aparece en
papeles encontrados en los diferentes registros realizados en
España a raíz de los atentados, podría estar relacionado con la
preparación de estos hechos.
Tras el hallazgo del nombre, la policía comprobó que Rades había
estado en España y abandonado el país el 3 de marzo, por lo cual
comunicó su identidad a la policía búlgara para que procediera a su
detención. Rades fue detenido el pasado día 8 en Bulgaria.
Los ciudadanos indios detenidos por su relación con los
atentados aseguraron en su declaración que algunos de los teléfonos
utilizados en la masacre fueron adquiridos por personas que dijeron
ser de origen búlgaro.
Además, en la investigación de los atentados se estableció la
conexión entre los terroristas islámicos que perpetraron la masacre
y traficantes de armas de origen búlgaro, que podrían haber vendido
a los islamistas las armas encontradas en los restos del piso que
alquilaron en la calle Carmen Martín Gaite número 40 de Leganés, y
con las que mantuvieron el pasado 3 de abril un tiroteo con la
Policía antes de suicidarse. Entre ese armamento se encontraron dos
subfusiles de fabricación británica de la marca 'Starling' y uno de
fabricación checa, de la marca 'Czech', además de dos pistolas de 9
milímetros 'Parabellum'.
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