TW
0

Tres meses después de las elecciones generales, los españoles vuelven a ser llamados a las urnas. Casi 35 millones de electores tendrán que decidir entre revalidar la victoria del PSOE en esas generales de marzo o dar la revancha al PP, toda vez que, aunque no han querido proclamarlo abiertamente en la mayoría de los casos, ambos partidos han entendido estos comicios como una segunda vuelta, cuestión por la cual el temor a la abstención se ha convertido en su principal preocupación. Irak ha reaparecido en el debate político, y también constantes descalificaciones entre los candidatos. En medio de todo ello, esta campaña nos ha dejado debates entre los principales aspirantes, después de once años sin verlos en España. Y muy de fondo queda en el debate político la elección de los futuros 54 europarlamentarios. Y eso a pesar de que el Parlamento Europeo decidirá sobre cuestiones clave, como la Constitución, la adhesión de Turquía y los fondos europeos.

Europa no ha marcado precisamente la campaña electoral. El PSOE busca consolidar la victoria de Rodríguez Zapatero en las elecciones de marzo, conseguir un aval para su Gobierno. Y los populares, además de consolidar el liderazgo de Rajoy en estas primeras elecciones sin Aznar, buscan demostrar que su derrota en las generales fue producto de los atentados del 11-M. Las descalificaciones y la palabra mentira ha sido quizá la que más se ha escuchado en esta campaña. Mentiras sobre aquellos atentados y la información que se dio, mentiras sobre la guerra de Irak, mentiras sobre la Constitución europea y mentiras sobre cualquier asunto que haya marcado el debate político. La guerra, como no podía ser de otra forma, fue uno de los principales.

'Volvemos a Europa' ha sido el lema del PSOE, símbolo que pretende utilizar el talante de diálogo de Zapatero también para ganar estas elecciones. Borrell ha utilizado en su favor las primeras medidas del Gobierno Zapatero, socialmente muy populares. Y Mayor Oreja ha esgrimido ocho años de Gobierno de José María Aznar como aval de que el PP sabe hacer las cosas.