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El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, tras su reunión de ayer en La Moncloa con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mostró su satisfacción por que la falta de diálogo y la incomunicación entre Madrid y el País Vasco «ha terminado» y aprovechó para pedir al jefe del Ejecutivo «audacia y valentía» política para solucionar el problema vasco. Zapatero, quien recalcó su rechazo al Plan Ibarretxe, no quiso responder a los requerimientos de Imaz sobre el acercamiento a Euskadi de los presos de ETA.

Zapatero e Imaz también abordaron el problema terrorista y en, este sentido, el presidente del PNV expresó su convencimiento de que «ETA no tiene lugar y espacio en la sociedad vasca y tiene que desaparecer» y reiteró su rechazo al Pacto Antiterrorista.

Imaz pidió al jefe del Ejecutivo «audacia y valentía política» para iniciar una nueva etapa de diálogo desde el «reconocimiento a las posiciones de los demás» para buscar soluciones al problema vasco. Tras un encuentro de hora y media en La Moncloa, Imaz recalcó que ésta es la primera entrevista de un dirigente del PNV con el presidente del Gobierno después de un largo paréntesis.

Para Imaz, se está «ante la posibilidad de un nuevo tiempo político», y consideró necesaria «audacia y valentía política» para alcanzar la «convivencia».

Sin querer desvelar si Zapatero le había pedido la retirada del Plan Ibarretxe, sí advirtió que «el futuro no puede construirse exigiendo a los demás que retiren sus posiciones, exigiendo que nieguen sus proyectos políticos, sino debatiendo y construir el futuro político de convivencia. Ese es el camino».

Fuentes de Moncloa constataron, al igual que Imaz, el inicio de una nueva etapa política de fluidez en el diálogo que «pone fin a un periodo de incomunicación de seis años» y que la atmósfera de «tensión territorial» ha descendido. Se trata, apuntaron, de una primera «toma de contacto» en la que se puso de manifiesto que se mantienen las discrepancias sobre asuntos como el Plan Ibarretxe. No obstante, consideraron que se ha iniciado un camino hacia «la concordia».