Esta es la segunda votación sobre el Plan Ibarretxe que se produce
en el Parlamento vasco y el segundo triunfo del Gobierno vasco. En
la primera, el pasado 22 de marzo, los votos del tripartito
bastaron para rechazar las enmiendas a la totalidad que presentaron
PP, PSE y Sozialista Abertzaleak, que se votaron por separado. La
próxima prueba de fuego para el proyecto soberanista será el
próximo día 30, cuando el Plan se someterá a votación en el pleno
de la Cámara autonómica.
Aunque estaba previsto el voto en contra de toda la oposición,
el portavoz de la formación abertzale, Arnaldo Otegi, justificó su
postura final en que el proyecto supone «la muerte del Estatuto», y
por su deseo de facilitar el debate, aunque no adelantó si también
permitirá la aprobación del Plan en la próxima votación. Batasuna
vuelve a tener la llave de la política vasca.
En contra de lo que esta formación había anunciado, Sozialista
Abertzaleak decidió abstenerse en la votación que se produjo en la
Comisión de Instituciones e Interior del Parlamento vasco, que
aprobó el dictamen de la ponencia del Plan Ibarretxe. PP y PSE
votaron en contra, mientras que PNV, EA y IU/EB, a favor.
Para aprobar el Plan Ibarretxe es necesario que Batasuna vote a
favor, no es suficiente su abstención. Otegi explicó en su
intervención en la ponencia que su objetivo es potenciar el debate
y romper los bloques formados por los constitucionalistas (PP y
PSOE) y el tripartito gobernante. Para el líder abertzale, es
necesario «un acuerdo nacional lo más amplio posible que rompa esos
bloques». «Que nadie espere de nosotros posiciones inmovilistas»,
se limitó a decir Otegi sin aclarar qué votará el próximo día
20.
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