El lehendakari Ibarretxe muestra su satisfacción por la apuesta del Gobierno de Zapatero por el diálogo.

TW
0

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, aseguró que el Gobierno Vasco y el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero ya han iniciado un diálogo con Batasuna, pero aclaró que «la fase resolutiva», de cara a la normalización política, «sólo será posible sin violencia ni kale borroka», según informó ayer el diario Deia.

En la entrevista, el responsable del Ejecutivo autónomo reconoce que está hablando con la formación abertzale y que también el PSOE lo está haciendo, pero, aclaró, «si en un momento determinado esto confluye en la posibilidad de que pueda emerger una mesa de partidos, el diálogo resolutivo no se puede producir ni en una situación de violencia, ni de kale borroka».

Según indica, el PSOE no «piensa hoy lo que pensaba hace cuatro años, que se ha desmarcado de la política de obstrucción del PP y que, por lo tanto, acepta que debe moverse y participar en un escenario de diálogo». «Y lo hace hasta el punto de que, efectivamente, desde hace algún tiempo, mantiene relaciones con Batasuna. Y me parece muy bien. Deben hacerlo, y cada vez más», añade.

«Lo que no me parece correcto es esa doble moral de criticar al lehendakari porque dice que nos tenemos que sentar todos, también Batasuna. No en público, pero sí en privado, ellos admiten lo que es evidente: que hay que hablar con Batasuna», indica.

Ibarretxe manifiesta también que es necesario abrir «ese espacio de relación» entre los diferentes partidos políticos para «tratar de consensuar los procedimientos, establecer calendarios y tejer complicidades acerca de cuáles deben ser los contenidos y los principios».

Según asegura, a partir de septiembre se dará un «tiempo para ese diálogo, para esa especie de desnudo integral desde un punto de vista intelectual, con relaciones bilaterales o multilaterales que nos permitan marcarnos un objetivo para, en un momento determinado, poner en marcha una mesa multipartita con unas determinadas garantías» porque «es evidente que una mesa de partidos no es para tomar café».