Antonio Suárez Valdés, abogado de los nueve agentes inculpados.

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EFE-ROQUETAS
La Fiscalía de Almería tratará de aclarar lo ocurrido con el informe sobre la muerte de un detenido en el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas (Almería) remitido a las partes por el juzgado que investiga los hechos y en el que se omiten párrafos referidos a la fractura que sufrió en el esternón.

Ante estas omisiones, el fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Almería, Juan Manuel de Oña, tiene previsto dirigirse al juzgado número tres de Roquetas, que investiga estos hechos, para recabar de su titular o sustituto, en su caso, o bien de la secretaria judicial, lo que haya podido ocurrir.

La polémica surgida al conocerse la omisión de estos párrafos del informe criminológico elaborado por el Instituto Nacional de Toxicología que ayer recibieron las partes desde el juzgado, coincidió con la crisis de ansiedad que sufrió ayer la juez encargada del caso y por la que tuvo que ser atendida en un centro sanitario.

Esta situación se produce la víspera de la comparecencia en el Congreso del ministro del Interior, José Antonio Alonso, en relación con lo ocurrido en el cuartel de Roquetas.

Ayer, las partes recibieron el informe sobre las posibles causas de la muerte del detenido y que, a pesar de las citadas omisiones en la página 7, sí que recogía las conclusiones a las que ha llegado el Instituto de Toxicología, que figuran en la página 8 del informe.

En sus conclusiones, el informe no descarta que la fractura en el esternón se hubiera producido en los ejercicios de reanimación a Juan Martínez Galdeano, del que hoy también se supo que ese día, el 24 de julio, había consumido cocaína.

Sin embargo, en el informe recibido por las partes se omiten párrafos como estos: «para causar una fractura como la analizada (...), sobre todo tratándose de un varón joven y de complexión pícnica (...), se requiere la intervención de una fuerza de gran magnitud, ya sea esta aplicada en forma de traumatismo momentáneo, o consecuencia de una presión más o menos mantenida».

Además, el informe original añade: «en el escrito que nos remite el Médico Forense, se recogen al menos dos momentos que parecen comprometidos para la integridad del esternón, uno es cuando se ata al individuo a un poste, que parece quedar a la altura de dicho hueso, y otro es cuando se le pone boca abajo en el suelo y se le tracciona fuertemente en brazos y piernas».

Una vez que el juzgado informe al fiscal sobre la omisión de varios párrafos en la página 7 del informe de Toxicología remitido a las partes, éste analizará si procede o no abrir una investigación.

La defensa de los nueve guardias civiles imputados por estos hechos cree que la omisión se debe a que se trata de un «tema que está politizado» y que «está salpicando a todos los ministerios interrelacionados».

Sobre la crisis de ansiedad sufrida por la juez, consideró que «es normal», porque «la presión a la que se está viendo sometida es inhumana», por lo que a su juicio, insistió, «es normal», que la magistrada «pueda desarrollar cualquier tipo de enfermedad o patología de esa presión o que directamente opte por quitarse del medio ante la presión mediática y, sobre todo, política». El abogado que representa a la familia del fallecido advirtió de que «esto tiene mensaje», «aquí hay algo gordo y puede ser la punta del iceberg».

La Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) exigió «claridad» en la investigación al estimar que es «la única forma de limpiar esto».

La omisión de los párrafos en el informe entregado a las partes, obedece, según el vocal del Consejo del Poder Judicial José Luis Requero, a «un error al hacer las fotocopias».

La fractura del esternón no la conocía el teniente J.R.R., imputado por la muerte de Galdeano, según declaró este ante la juez de Roquetas de Mar ante la que compareció el pasado lunes. El mando, para que el tanto la Fiscalía como la acusación particular pidieron prisión preventiva, también dijo que no recuerda que ninguno de sus hombres diera a Galdeano una patada o le pusiera el pie encima.