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AGENCIAS-SAN SEBASTIÀN
Crece la tensión con respecto a la manifestación que Batasuna ha convocado para el próximo domingo y que la Consejería de Interior del Gobierno vasco ha prohibido. La formación abertzale ilegalizada, que afirma que Interior no es competente para prohibir la iniciativa, lanzó una clara amenaza: la «única garantía» de que no haya incidentes es que la Ertzaintza no intervenga. Pero el Departamento que dirige Javier Balza, con el apoyo de PSE y PP, ha dejado claro que la Policía autonómica velará por el cumplimiento de la Ley.

El temor a nuevos incidentes de violencia callejera, en pleno rebrote de este fenómeno, fue, precisamente, uno de los motivos por los que se prohibió la iniciativa. El dirigente abertzale aseguró que su partido garantiza que no habrá incidentes «si no está la Ertzaintza», y esa, añadió, es «la única garantía» de que San Sebastián no comience la Semana Grande con incidentes. Si los hubiera, según Àlvarez, serían responsabilidad del PNV y del consejero Balza. El dirigente abertzale preguntó a la formación nacionalista si «piensa que llenar Euskal Herria de heridos, detenidos, apaleado, es el camino que es necesario para crear un clima favorable al desarrollo de las conversaciones» que el lehendakari quiere cristalizar en una mesa que comience a trabajar en septiembre.

Joseba Àlvarez, dirigente de la ilegalizada Batasuna confirmó que su partido recurrirá la decisión de Interior de prohibir su manifestación. Eso sí, también dijo que Interior no puede tomar esa decisión. «Nos da igual lo que diga la Constitución, lo que diga la Audiencia Nacional. Pensamos que el derecho a la manifestación es democrático e inalienable, no hay ley democrática que pueda prohibir hacer manifestaciones», advirtió.

Las palabras de Àlvarez y la actitud de Batasuna de mantener la manifestación del domingo suponen todo un desafío para el Gobierno vasco.