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EFE/EUROPA PRESS-BARCELONA
El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y el de CiU, Artur Mas, lograron anoche salvar sus diferencias con un acuerdo de última hora sobre la financiación y la laicidad en la enseñanza pública, lo que deja vía libre a que hoy el Parlament apruebe el tercer Estatut de la historia de Catalunya. Pese a la euforia que se ha apoderado de la cámara tras conocerse el acuerdo, todas las fuerzas políticas catalanas reconocieron que el proceso de tramitación del texto en las Cortes será complicado.

La tensión contenida durante la maratoniana jornada parlamentaria estalló en aplausos de los diputados presentes ante la escena protagonizada por Mas y Maragall -presidida bajo un cuadro de Tapies- y continuó en el hemiciclo al reanudarse el pleno. Aunque las dudas han planeado en los últimos días sobre la financiación, a última hora se ha añadido una nueva discrepancia que, incluso, se ha resuelto posteriormente a la financiera: la referencia a la laicidad en la enseñanza pública.

El acuerdo se produjo cerca de las 21,30 horas, con el pleno suspendido desde las seis a causa de una nueva reunión entre el tripartito (PSC, ERC e ICV-EUiA) y CiU, a la que siguió una cuenta atrás de múltiples contactos que fructificaron en una fotografía, pulgar en alto, de unos sonrientes Pasqual Maragall y Artur Mas.

Maragall y Mas escenificaban así un acuerdo que, según fuentes parlamentarias, permite al primero lograr la principal meta de su mandato y al segundo afianzar su liderazgo en CiU, así como asegurarse de que el tripartito agotará la legislatura y él dispondrá de tiempo para preparar las próximas elecciones.