Los partidos catalanes acusan a la fundación que preside Aznar de mentir y tergiversar

El consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, ironizó sobre el documento al señalar que «esta noche cuando llegue a casa mi compañera igual me echa como causante de un Estatuto que promueve la poligamia».

En el mismo sentido se expresó el portavoz de CiU en el Parlamento catalán, Felip Puig, quien tildó de «disparate» el estudio y agregó que con estos análisis el PP ha entrado en una línea «de autodestrucción». Acusó al PP de «ensuciar el ejercicio de la política con mentiras impropias de un partido democrático» y advirtió de que «los que ahora ven poligamia y todos los males en el Estatut son los mismos que hace un año y medio justificaban la presencia y la guerra de Irak bajo mentiras».

El presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, preguntó a Maragall si el Gobierno de la Generalitat «ha previsto alguna acción judicial» para parar el «odio ético contra Catalunya» y «contra la democracia». Coincidiendo con la visita ayer del presidente del PP, Mariano Rajoy, a Catalunya, El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, aprovechó para replicar al PP que «todo el mundo tiene derecho a discrepar y disentir, y a combatirlo democráticamente», pero añadió que también tiene la obligación moral de «parar las campañas que se están alentando contra Catalunya y contra los catalanes».

Desde las filas socialistas el secretario general del Grupo Parlamentario, Diego López Garrido, pidió al PP que participe en el debate sobre el Estatut y abandone la política de «incendiar y asustar» que representa el informe de FAES y opinó que este estudio forma parte de la estrategia de «infundio y mentira» puesta en marcha por el PP contra el Estatut.