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El presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, y el del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se entrevistaron en Madrid el pasado 6 de noviembre, a petición de este último. En esta reunión, calificada de «normal y habitual» por el Ejecutivo español, se trataron numerosos temas entre ellos el de la fusión entre Gas Natural y Endesa.

En este sentido insistió en que Barroso y Zapatero ocuparon gran parte de la conversación en La Moncloa con temas de inmigración y las negociaciones de las perspectivas financieras, asuntos «que preocupan fundamentalmente al presidente del Ejecutivo». «Le garantizo que no ha habido ninguna situación de excepcionalidad ni nada que se salga de lo normal», insistió De la Vega.

El Ejecutivo español cedió el pasado 6 de noviembre un avión privado al presidente de la Comisión Europea para tratar en Madrid algunos asuntos, entre ellos la OPA de Gas Natural sobre Endesa. Así lo confirmó ayer en rueda de prensa la portavoz comunitaria Pia Ahrenkilde.

Ahrenkilde puntualizó que Durao Barroso «fue invitado por el presidente español el 6 de noviembre, pero no para examinar específicamente un caso de competencia, sino para hablar de toda una serie de asuntos». Sin embargo, admitió que «efectivamente, las reglas sobre las fusiones y el caso Endesa fueron mencionados durante la reunión».

El hecho de que Durao Barroso viajara a Madrid se debe, según la portavoz comunitaria, a que «era la única forma en que los dos podían encontrarse» y si utilizó el avión ofrecido por Zapatero fue porque «las agendas de ambos coincidían fuera de los períodos de los aviones regulares».

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, dijo tras el Consejo de Ministros, que «no hay ni un solo elemento de excepcionalidad en este viaje». Ante la insistencia de la prensa, De la Vega reiteró que este tipo de encuentros entran en el «ámbito de la total normalidad» dado que hay muchos temas que se están debatiendo en el seno comunitario de máximo interés para España.