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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pedirá hoy a su homólogo británico, Tony Blair, que la nueva propuesta que ha anunciado para negociar el presupuesto de la UE en el periodo 2007-2013 reconozca la existencia de un específico «problema español».

Además, el Ejecutivo de Zapatero defiende que la reducción de los fondos que recibe España sea progresiva, que los costes de la ampliación no sean asumidos sólo por algunos socios, y que se retoque el denominado «cheque británico».

El jefe del Gobierno expondrá a Blair la posición de España ante la negociación, que se fundamenta en mantener un saldo positivo respecto a la UE (recibir de las arcas comunitarias más de lo que contribuye a ella) en todos los años del periodo comprendido entre 2007-2013, en vez de perder ese balance positivo en 2010 como propone el texto británico.

También aboga porque la UE dedique en su próximo presupuesto una especial atención a la política de inmigración y al impulso de las partidas destinadas a investigación, desarrollo e innovación.

El secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, aseguró ayer que Zapatero será firme en la defensa de los intereses de España y «rechazará cualquier propuesta de presupuestos que no sea beneficiosa para el país».

El presidente del Gobierno defenderá hoy ante el primer ministro británico que el presupuesto comunitario para el periodo 2007-2103 no baje del 1,06 por ciento del PIB europeo (la última propuesta británica fijaba esa cifra en el 1,03 por ciento), es decir, el porcentaje que recogía la propuesta presentada por la presidencia luxemburguesa en el Consejo Europeo del pasado mes de junio y que no logró prosperar.

Zapatero reconocerá también ante Blair las dificultades existentes para lograr un acuerdo -de hecho Londres hará breve una nueva indicación presupuestaria-, pero hará hincapié en la conveniencia de conseguirlo la próxima semana en Bruselas para enviar un mensaje positivo y una señal de confianza a los ciudadanos y a los agentes económicos.