El Gobierno no va a actuar de momento contra el Congreso que la
ilegalizada Batasuna pretende celebrar el próximo día 21. Eso es lo
que se desprende de las palabras del presidente del Gobierno, José
Luis Rodríguez Zapatero, quien aseguró que hay que respetar el
derecho de reunión y que hay que ser muy cauteloso con la
aplicación de la Ley de Partidos, que ya es «muy restrictiva».
Zapatero, en una conversación con medios de comunicación tras la
recepción que el Rey ofreció al cuerpo diplomático acreditado en
España, aseguró que el Gobierno respetará lo que decidan los jueces
sobre el Congreso de Batasuna. «La Ley de Partidos es muy
restrictiva y tiene una aplicación delicada, teniendo al mismo
tiempo la necesidad de respetar derechos y libertades individuales
que están consagrados en la Constitución española», explicó.
El jefe del Ejecutivo, de hecho, hizo mención expresa al derecho
de reunión. Esto, en todo caso, no implica que haya cambiado el
criterio del Gobierno con respecto a Batasuna. De la Vega aseguró
que la formación abertzale está ilegalizada y «no tiene ni
capacidad jurídica ni posibilidad de hacer ningún tipo de
convocatoria», aunque «otra cosa son las actuaciones individuales
que puedan ejercer determinadas personas que no son un
partido».
El secretario general del PP, Angel Acebes, afirmó que las
manifestaciones de Zapatero sobre la Ley de Partidos Políticos son
«un anticipo del precio político que ETA viene pidiendo desde hace
mucho tiempo», que dijo es la autodeterminación y agregó que, con
ellas, «entrega a ETA aquella cuestión que más le ha preocupado en
los últimos tiempos, la ilegalización de Batasuna».
Desde el PP, la presidenta en el País Vasco, María San Gil,
denunció la presencia del anagrama de ETA en el cartel que convoca
el congreso de Batasuna, lo que tachó de «chulería» y «provocación»
que achacó a la «falta de firmeza del presidente del Gobierno».
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