Consideró que el Ejecutivo ha dejado bien claras las reglas ante el
posible inicio del proceso y recordó que fueron secundadas por el
Congreso. Aplicando esas reglas, destacó que si los terroristas
anuncian un cese definitivo de la violencia, Zapatero acudirá al
Parlamento para explicar la «hoja de ruta» de un posible plan que
se abriría «sin precio y sin atajos».
El texto insta al Gobierno de Vitoria a «trabajar por la
solución dialogada de la situación de conflicto y violencia de
nuestro país, así como a reconocer y reparar todo el sufrimiento
que ha derivado de esta situación».
Mientras, Gobierno y Partido Popular volvieron a cruzarse ayer
reproches y acusaciones sobre la política antiterrorista, tras el
atentado del jueves por la noche al explotar un artefacto junto a
una empresa de construcción en Trapagarán (Vizcaya).
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández
de la Vega, aseguró que el Ejecutivo ni mantiene contacto alguno
con ETA ni lo ha autorizado, e hizo una llamada a la «prudencia» y
a evitar las «especulaciones» sobre el hipotético proceso para el
fin de la violencia terrorista. «Mientras no haya un anuncio
definitivo del cese de la violencia por parte de la banda
terrorista, ni el Gobierno está hablando con ETA ni ha autorizado
contacto alguno con la banda, y, a partir de ahí, todo son
especulaciones», subrayó.
Sin embargo, el secretario general del PP, Angel Acebes, afirmó
que Zapatero tiene que decir «con toda claridad» a los terroristas
que «no hay precio político» para que dejen de matar, e insistió en
que debe decir «no a esa nueva petición que le ha hecho Batasuna de
que el precio político es la autodeterminación». En el mismo
sentido se expresó el secretario de Comunicación del PP, Gabriel
Elorriaga, quien dijo que se está produciendo «una espiral de
crecimiento» de los atentados de ETA ante las «tibias condenas» del
Gobierno y las «concesiones políticas y dialécticas
constantes».
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