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La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, defendió ayer, antes del comunicado de anoche de ETA, que el fin del terrorismo «no debe plantearse en los términos» de vencedores y vencidos que ayer estableció la Fundación de Víctimas (FVT), pero recalcó que para lograrlo no habrá «atajos», «ni precios ni hipotecas».

Acerca de la resolución del Parlamento Vasco, la vicepresidenta dijo que no hace comentarios «sobre decisiones que se toman en el ámbito de otros parlamentos», pero sí recordó que «el PSE no participó en esa decisión (se abstuvo) porque no somos partidarios de que esos debates se tengan en el Parlamento».

Por el contrario, el presidente del PP, Mariano Rajoy, aseveró que en este proceso «sí tiene que haber vencidos», en referencia a «los asesinos, los criminales, los terroristas».

Las discrepancias que mantienen el Gobierno socialista y el PP en torno a la lucha antiterrorista tuvieron ayer un nuevo episodio, después de que el viernes el pleno del Parlamento Vasco aprobara una resolución en la que se insta al Gobierno autonómico a poner las bases para «una paz sin vencedores ni vencidos».

La vicepresidenta primera del Gobierno defendió que el fin del terrorismo «no debe plantearse en los términos» de vencedores y vencidos que ayer estableció la Fundación de Víctimas (FVT).

Fernández de la Vega hizo estas declaraciones al ser preguntada sobre el decálogo presentado ayer al presidente del Gobierno por la presidenta de la FVT, Maite Pagazaurtundúa, en concreto sobre su último punto, que dice: «Tiene que haber vencedores y vencidos».

«Creo que no debe plantearse en esos términos. El objetivo es la paz, pero no a cualquier precio. El camino de la paz no tiene atajos. Es un camino sin precio, sin hipotecas, solamente aplicando la legalidad, aplicando la ley y las reglas de juego de la democracia», respondió.

Sin embargo, Mariano Rajoy aseveró que «sí tiene que haber vencidos: los asesinos, los criminales, los terroristas», y consideró que la citada resolución aprobada el viernes en la Cámara vasca «no es justa» y «no es moral».

Afirmó que para llevar a cabo una política antiterrorista «seria» hay que «hablar poco, pactarla con la oposición, no modificarla salvo que dejen de matar, no pagar un precio político y honrar a las víctimas», al tiempo que recordó que cuando él fue ministro del Interior «compartió información, objetivos y estrategia» con Zapatero, entonces secretario general de los socialistas. Explicó que durante muchos años tuvo la «sensación» de que el mensaje que se le mandaba a la banda terrorista ETA era: «vamos a derrotarles», mientras que ahora tiene la «sensación» de que ese mensaje es: «por favor concédame una tregua».