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La familia de Rodolfo Benito Samaniego, una de las 192 víctimas del 11-M, promueve desde hace dos años valores como la convivencia, la tolerancia, la libertad y la democracia a través de la Fundación que lleva su nombre.

Alejandro, su hermano y vicepresidente, explicó ayer que desde la Fundación continuarán impulsando estos valores que Rodolfo defendió durante toda su vida, sobre todo el de la convivencia.

De hecho, destacó que «la verdadera insignia» de esa aportación a la memoria colectiva en forma de asociación son los premios «a la convivencia» que otorgan cada año a individuos y colectivos que, «bajo este criterio, se hacen merecedores de él».

Del mismo modo, la Fundación Rodolfo Benito Samaniego viene premiando el mejor trabajo de fin de carrera de un ingeniero, ya que, según explicó Alejandro, «la ingeniería, la innovación y el desarrollo tecnológico» era otro «eje fundamental de la vida de Rodolfo».

Según aclaró el vicepresidente de la Fundación, sus miembros, entre los que se encuentra también la novia de Rodolfo, que ocupa la presidencia, intentan mantenerse al margen de las actividades realizadas por las demás asociaciones de víctimas del terrorismo, ya que, dijo, «el origen es común, el tema de los atentados, pero con dos perspectivas diferentes».