El enviado especial de la UE, Miroslav Lajcak, y el primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, ayer en Belgrado.

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EUROPA PRESS-BELGRADO/BRUSELAS
El presidente serbio, Boris Tadic, reconoció ayer los resultados del referéndum de autodeterminación celebrado el domingo en Montenegro, en el que el 55'5% de los votantes optaron por la independencia de la federación de Serbia y Montenegro. Asimismo, el primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, aseguró que su Gobierno está dispuesto a reconocer la independencia de Montenegro y aseguró que la división no causará problemas importantes entre ambos países. Por su parte, la UE ha pedido a Belgrado y Podgorica que emprendan un «diálogo directo» para concretar su separación y el comisario de Ampliación, Olli Rehn, afirmó que la «perspectiva europea» está abierta para Montenegro.

El presidente exhortó a que ambos Estados mantengan una «cooperación estrecha» en el futuro e instó a que se resuelvan rápidamente las objeciones formuladas al recuento por el bloque unionista montenegrino, para que quede «eliminada toda duda» y se puedan declarar los resultados finales.

El jefe de la Comisión Electoral de Montenegro, Fratisek Lipka, confirmó ayer que los resultados definitivos del referéndum dan al 'sí' a la independencia el 55'5% de los votos, medio punto por encima del umbral mínimo exigido por la UE para aceptar la independencia. En estas circunstancias, el presidente Tadic admitió lo inevitable: «Yo era partidario de mantener el Estado conjunto, pero como presidente democrático de una república democrática reconozco la expresión de la libre voluntad de los ciudadanos montenegrinos».

El sector unionista de Montenegro ha pedido un recuento por la existencia de presuntas irregularidades, aunque no ha precisado cuáles han sido. En todo caso, la UE, Estados Unidos y los observadores internacionales han asegurado que la votación en Montenegro fue libre e imparcial.

Tadic pidió a los diversos bloques en Montenegro, divididos en torno a la cuestión de la independencia, que «se ofrecezcan mutuamente la mano de la reconciliación» y prometió que se esforzará «para que nunca haya muros o barreras» entre las dos repúblicas. «Montenegro tendrá un amigo fiable en Serbia, tanto política como económicamente», aseguró.

Por su parte, el primer ministro Vojislav Kostunica aseguró que su Gobierno está dispuesto a negociar con la otra parte y está preparado para reconocer la independencia de Montenegro si los resultados finales confirman la victoria de la opción secesionista. Asimismo, aseguró que la división no causará problemas importantes en las relaciones entre Serbia y Montenegro.

La Unión Europea saluda, asimismo, la «exitosa organización» del referéndum y toma nota de la declaración de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y el Consejo de Europa, que certifican que el referéndum se desarrolló con respeto a los estandares internacionales que rigen los procesos democráticos. «El desarrollo del referéndum fue un signo de madurez de las fuerzas políticas y del pueblo de Montenegro», señala la presidencia de la UE en un comunicado.

Por su parte, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores español, Bernardino León, afirmó que «hay que dar la bienvenida a un nuevo Estado» y se comprometió a trabajar por la estabilidad de la región, especialmente a lo largo de 2007, cuando España ocupará la presidencia de turno de la OSCE.