Vista exterior de la nave de la empresa Sidam, en la localidad francesa de Vauvert, donde se produjo el robo de armas.

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EFE-PARÍS
La policía francesa busca a los presuntos etarras encapuchados y armados que robaron la noche del lunes al martes 300 revólveres, 50 pistolas, munición y piezas sueltas de esas armas cortas en una empresa mayorista del sureste francés, en la primera acción de este tipo atribuida a miembros de ETA en Francia desde que la banda terrorista declarara un alto el fuego permanente en marzo.

Se trata de la «primera acción estructurada de ETA en territorio francés» desde el alto el fuego y es «extremadamente grave», dijeron fuentes de la investigación.

El comando, integrado por al menos cinco personas, secuestró en su domicilio a la nuera y dos nietos de la gerente de la empresa SIDAM de Vauvert, a unos 20 kilómetros de Nimes, y obligó a esta última a acompañarlos, a punta de pistola, hasta el local y abrirlo.

El modus operandi, el hecho de que las esposas utilizadas para inmovilizar a los secuestrados hubiesen sido robadas por etarras confesos a dos gendarmes franceses hace siete meses y que los miembros del comando hablaran con un cierto acento español llevan a los investigadores a atribuir el robo a ETA.

Recalcaron que la actividad logística y clandestina de ETA en Francia continúa y que los robos de coches por la banda han seguido al mismo ritmo que el año pasado: el robo de anoche es «la parte visible. La invisible nunca se detuvo».