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La Policía detuvo ayer a tres personas por su presunta relación con la red de apoyo a los terroristas huidos tras los atentados del 11-M en Madrid, informó el Ministerio del Interior.

En la jornada de ayer del proceso por los atentados, el acusado Iván Granados Peña puso por primera vez contra las cuerdas al ex minero José Emilio Suárez Trashorras, para quien el fiscal pide la máxima pena por considerar que suministró la dinamita para el 11-M, al confesar que le ofreció «hacer un viaje» con explosivos, aunque dijo que él se negó.

Los arrestos fueron ordenados por el titular del Juzgado Central de Instrucción nº 6 de la Audiencia Nacional, Juan del Olmo, y se practicaron en Madrid y en la prisión de El Botafuegos de Algeciras (Cádiz), donde estaba internado uno de los detenidos.

Los arrestados son Abdelkrim L., nacido en Casablanca (Marruecos) en 1974 y Rachid M., de 28 años y también natural de Casablanca, que han sido detenidos en las inmediaciones de sus domicilios en Madrid, y Tarik H. H., de 28 años y nacionalidad española, que se encontraba cumpliendo condena por falsificación de documentos en el centro penitenciario de El Botafuegos.

En los registros practicados se intervinieron diversos efectos que están siendo analizados por la policía.

En esta novena sesión, en la que terminaron de declarar todos los acusados y compareció el primer testigo -el instructor jefe de la investigación del 11-M-, también fue reveladora la descripción del descontrol de los explosivos en Mina Conchita, de donde supuestamente Trashorras sustrajo la dinamita, ofrecida por uno de su ex empleados, el acusado Raúl González Peña, «El Rulo».

Hasta ahora, los acusados relacionados con la llamada trama asturiana de los explosivos habían sostenido que los viajes que hicieron a Madrid entre febrero y marzo de 2004 fueron por una operación de compra de un alijo de hachís al suicida Jamal Ahmidan, «El Chino», del que, según relataron, tuvieron que devolverle parte por estar en mal estado.