Los presidentes del PNV, Íñigo Urkullu; EA, Unai Ziarreta; EB, Javier Madrazo, y Aralar, Patxi Zabaleta, ayer en el Tribunal Constitucional. Foto: EFE

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Los partidos que conforman el tripartito vasco (PNV, EA y EB) y Aralar presentaron ayer en el Tribunal Constitucional su escrito de alegaciones al recurso presentado por el Gobierno a la Ley de Consulta y que derivó en la suspensión cautelar de la misma.

Las formaciones vascas solicitan al TC que levante la suspensión y lo haga antes del 15 de septiembre, fecha prevista por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, para la celebración de la consulta, y aseguran que ésta sólo pretende «orientar» a los partidos políticos de Euskadi y «no tiene consecuencias negativas». Por su parte, el Gobierno, a través de la Abogacía del Estado, se opone al levantamiento porque permite evitar «una instrumentalización del electorado vasco» dirigida a presionar al Ejecutivo central.

En sus alegaciones, los partidos vascos insiten en la necesidad de que el Constitucional levante la suspensión antes del 15 de septiembre, pues, si la mantiene más allá de esa fecha dejaría «sin efecto cualquier decisión posterior». En este sentido, avisan de la «absoluta ineficacia de una eventual sentencia» que declarara la ley conforme a la Constitución, pues la ley de consulta prevé su aplicación un día concreto, el 25 de octubre, y si se mantiene la suspensión hasta después de la fecha en que habría de convocarse, la consulta ya no podría tener lugar.

PNV, EA, EB y Aralar aseguran que no se puede retomar «en otro tiempo la actuación proyectada sin que sufra su sentido y su finalidad», al tiempo que señalan que si no se levanta la suspensión antes del 15 de septiembre se estaría atentando contra el derecho de los ciudadanos a participar en los asuntos públicos que establece la Constitución.

Además, sostienen que el recurso del Gobierno persigue «impedir a quien es competente para ello la materialización efectiva de una actuación proyectada a realizar en un tiempo determinado e improrrogable».

Tras la presentación de las alegaciones, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, explicó que las formaciones defienden «lo que es justo» desde la «serenidad» y sin dejarse arrastrar por «la provocación» del presidente Rodríguez Zapatero, de quien no saben si «busca una confrontación institucional o social».