TW
0

La Mesa del Congreso acordó ayer, en una sesión urgente, dar marcha atrás en su decisión de colocar en dependencias parlamentarias una placa en homenaje a la monja madrileña Santa Maravillas de Jesús, habida cuenta de que no reúne el consenso necesario de todas las fuerzas políticas.

La decisión que el órgano rector de la Cámara Baja adoptó el pasado día 4 se ha encontrado con la oposición frontal del grupo socialista y de ERC-IU-ICV, que alegaban que se vulneraba el principio de aconfesionalidad que consagra la Constitución.

El malestar había ido creciendo en los últimos días, hasta el punto de que durante la mañana de ayer el presidente del Congreso, José Bono, emitió un comunicado de prensa, en el que recuerda que el acuerdo fue unánime, a propuesta del vicepresidente tercero, el diputado del PP Jorge Fernández Díaz.

La monja, santificada en 2003, había nacido en una casa cuyo lugar lo ocupa ahora un edificio anexo al Parlamento.
Motivaciones
Pese a no tratarse de una iniciativa de su partido, Bono ha asumido la explicación oficial y ha dejado claro en su nota que la placa «no respondía a otras motivaciones distintas a la notoriedad de la religiosa y a las circunstancias que unían a su familia con el Parlamento».

Aunque estaba previsto que este asunto fuera discutido en la reunión ordinaria de la Mesa del próximo martes, Bono convocó de urgencia a sus miembros al término de la sesión de control de ayer.

Tras una hora de reunión, la Mesa determinó por unanimidad que no se instalará la placa, decisión que contó con el apoyo de los miembros del PP.
Después, tanto Bono como Fernández Díaz, vicepresidente tercero de la Mesa, argumentaron la falta de consenso para justificar la medida y aseguraron que ese respaldo colectivo era condición «sine qua non» para materializar la iniciativa. Antes de la reunión, se pudo constatar que el acuerdo no había sido recibido por el conjunto de diputados y diputadas «con la misma unanimidad con que fue adoptado».