El jefe del aparato militar de ETA, Aitzol Iriondo, alias 'Gurbita' o 'Asier'; Eneko Zarrabeitia, 'Sorgin', y Aitor Artetxe, los tres detenidos ayer en Francia.

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EFE-PARÍS

Las fuerzas de seguridad francesas y la Guardia Civil dieron ayer un nuevo golpe a ETA con la detención en el país vecino de Aitzol Iriondo, considerado el sucesor de Mikel Garikoitz Aspiazu 'Txeroki' al frente del aparato militar de la banda armada, y de otros dos presuntos etarras, Eneko Zarrabeitia y Aitor Artetxe.

Horas después, la Guardia Civil detenía en la localidad guipuzcoana de Irún a otros tres supuestos etarras, cuyas identidades se desconocen, que habían trasladado en coche a Artetxe desde Euskadi hasta la localidad francesa de Gerde para que se reuniera con Iriondo y Zarrabeitia.

Los tres detenidos en Francia «fueron enviados a Bayona», donde el convoy policial en el que viajaban llegó a las puertas de la comisaría poco después de las nueve de la noche.

Uno de estos detenidos «fue ya identificado como presunto sucesor de 'Txeroki'», dijo la ministra francesa del Interior, Michele Alliot-Marie, en alusión a Aitzol Iriondo, alias 'Gurbita' o 'Asier', nacido en San Sebastián en 1977.

Se considera que Iriondo asumió la jefatura militar de la organización tras la detención de 'Txeroki', también en Francia, el pasado 17 de noviembre, junto a la miembro de ETA Leire López Zurutuza, y que podría ser el asesino del empresario Ignacio Uria.

Desde marzo, su fotografía aparecía junto con las de otros presuntos miembros de ETA en comisarías, gendarmerías, locales de aduanas y aeropuertos.

La ministra francesa del Interior precisó que las detenciones se produjeron en Gerde, una localidad de 1.000 habitantes.

Los otros dos detenidos en Francia son Eneko Zarrabeitia Salterain, 'Sorgín', y Aitor Artetxe. Zarrabeitia perteneció al 'comando Cantabria' de ETA y huyó a Francia, mientras que Artetxe es un huido del 'comando Vizcaya'.

La dirigente de Batasuna Jone Goirizelaia dio instrucciones políticas al grupo parlamentario del PCTV en la Cámara de Vitoria entre junio de 2006 y el mismo mes de 2007 sobre temas referentes a De Juana y sobre cómo actuar tras la noticia del final del alto el fuego decretado por la banda el 6 de junio del año pasado, según un documento policial. Precisamente ese mismo día en el que la banda anuncia el fin el alto al fuego, la dirigente admite, en una conversación telefónica, que la responsabilidad del final del alto el fuego era «compartida» entre ETA y el Gobierno.