El secretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, antes de la rueda de prensa ofrecida ayer a los medios de comunicación. Foto: CHEMA MOYA/EFE

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La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha pedido a los diputados católicos que voten en contra de la reforma de la Ley del Aborto, advirtiendo de que «de acuerdo con la doctrina de la Iglesia, ningún católico coherente con su fe podrá aprobar ni dar su voto» a este texto. En este sentido, los obispos afirman que considerar este acto como un derecho es «una fuente envenenada de inmoralidad e injusticia que vicia todo el texto».

Según la institución, el anteproyecto «constituye un serio retroceso respecto a la actual legislación despenalizadora ya de por sí injusta», por lo que «tampoco debería» respaldar esta iniciativa «nadie que atienda a los justos imperativos de la razón». Así, los obispos exponen sus conclusiones sobre la ley y denuncian, entre otros aspectos, que el anteproyecto «concibe de un modo perverso la libertad» porque «otorga la calificación de derecho a algo que, en realidad, es un atentado».

Para la CEE, «el aspecto tal vez más sombrío del anteproyecto es su pretensión de calificar el aborto provocado como un derecho que habría de ser protegido por el Estado». «Decidir abortar es optar por quitar la vida de un hijo ya concebido y eso sobrepasa con mucho las posibles decisiones sobre el propio cuerpo sobre la salud de la madre o sobre la elección de la maternidad», denuncia la CEE.