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EFE-ROMA/MADRID

El ministro español de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, dijo ayer en Roma que confía en poder abordar en enero de 2010 la medida conocida como «contrato alemán», que propone una reducción de jornada compensada con un subsidio estatal para evitar un mayor aumento del paro. «La medida ha sido bien recibida por parte de los sindicatos y de los empresarios. Creo que en el primer mes del año próximo podemos estar en condiciones de abordarla», manifestó el titular de Trabajo tras mantener un encuentro con su colega italiano, Maurizio Sacconi.

Asimismo, Corbacho indicó que, una vez firmada la primera declaración entre sindicatos y empresarios, el Ejecutivo espera convocar una reunión de las tres partes a principios del próximo año, «consecuencia de la reanudación del diálogo social tripartito». Preguntado sobre las prioridades de la Presidencia española de la UE en el primer semestre de 2010 en el ámbito de trabajo y ocupación, Corbacho subrayó la necesidad de «definir la nuevas estrategia post 2010» y recalcó cómo la estrategia de Lisboa tenía propósitos de llegar a unos porcentajes de empleo que se han visto «truncados» por la crisis.

El ministro de Trabajo se refirió a las corrientes de opinión que consideran que las políticas europeas han de otorgar prioridad al trabajo de los jóvenes y a los parados de larga duración, al tiempo que resaltó la importancia de desarrollar la formación y diseñar estrategias de ayuda a esos colectivos de desempleados.

Por su parte, la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, afirmó ayer que el Ministerio de Trabajo estudia reformas laborales en diversos ámbitos, aunque precisó que nunca acometerá ninguna que menoscabe los derechos de los trabajadores. Afirma que «nunca ha habido líneas rojas» respecto a posibles reformas de trabajo y que desde hace «mucho tiempo» se trabaja en ámbitos como la formación, condiciones de trabajo, convenios o flexibilidad interna de las empresas.