ETA usa «las pistolas y las bombas para conseguir sus objetivos, al igual que hicieron Franco y los nazis. Para nosotros todos son iguales, dictadores, terroristas» o «mercenarios», «condenamos a todos», aseguró ayer la familia de Inaxio Uria, al cumplirse un año de su asesinato por esta banda.
Dos de los cinco hijos del empresario fallecido, Josu y Jaione, hicieron esta reflexión durante el acto celebrado ayer en memoria de su padre, asesinado en un aparcamiento muy próximo al santuario de Loiola de Azpeitia (Guipúzcoa) al que acudieron numerosos familiares, amigos, vecinos y representantes políticos e institucionales, encabezados por el lehendakari Patxi López.
Al término de la concentración silenciosa que, como cada mes desde hace un año, tuvo lugar en el punto donde fue tiroteado Uria, Josu y Jaione recordaron que «el pueblo vasco rechaza a ETA», al tiempo que reprocharon a la izquierda abertzale que todavía no sea capaz de condenar sus actos sanguinarios. «¿Hasta cuándo vais a continuar reclamando unos derechos mientras negáis los de los demás?», preguntaron a los abertzales, tras lo que pidieron a la sociedad vasca que «nunca» sea «inmune» al «virus asesino de ETA», porque ella tiene «la llave para el fin» del terrorismo.
Expresaron asimismo la solidaridad de sus allegados con todas las víctimas que sufren diariamente como ellos, a las que también pidieron que «saquen fuerzas para combatir la lacra del terrorismo».
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