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El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, negó hoy que el Gobierno haya puesto sobre un papel el «tiempo de cálculo» para cotizar y poder cobrar la pensión de jubilación en su propuesta de reforma de las pensiones.

Corbacho insistió además en que las pensiones están plenamente garantizadas y tienen una «magnífica salud» y contrapuso los esfuerzos hechos por el Gobierno socialista, que en los años que lleva en el poder ha subido estas prestaciones un 30%, con los del PP, que las elevaba por debajo del alza de la inflación.

El debate sobre las pensiones llegó esta mañana al Congreso con la reanudación de las sesiones de control al Gobierno, y en su respuesta a dos preguntas sobre este tema Corbacho recordó que lo que el Ejecutivo ha enviado al Pacto de Toledo son «propuestas», que suponen la «base» para la discusión y el consenso.

Dichas propuestas, insistió el ministro, responden al informe demográfico aprobado por el Parlamento en 2008, que señalaba que el sistema de pensiones es sostenible hasta 2023.

La diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, recriminó a Corbacho el hecho de que el Gobierno propusiera inicialmente ampliar el periodo de cotización con el que se calculan las pensiones.

Esta ampliación fue propuesta en el documento remitido a la Comisión Europea con la actualización del Programa de Estabilidad, aunque el Gobierno la retiró después tras las numerosas críticas recibidas. Sin embargo, Corbacho insistió a Barkos en que el Ejecutivo «no ha puesto sobre el papel» esta idea. Incluso apuntó que «el papel no existe» y reiteró que «no hay tiempo de cálculo».

Prejubilaciones

Barkos también lamentó la iniciativa de aumentar a los 67 años la edad de jubilación y criticó que el Gobierno haya «lanzado tan sólo una cifra» guiándose de economías sólidas como Alemania o Gran Bretaña y no haya tenido en cuenta otros datos como el número de prejubilaciones en las empresas privadas o el de parados de larga duración.

Barkos añadió que la propuesta del Gobierno no es «sólida», «profunda» ni «sosegada» ni pretende garantizar el sistema de pensiones, sino «escenificar mano dura ante los mercados internacionales».

Uxue Barkos no fue la única que reprochó a Corbacho la propuesta de reforma del Gobierno, pues después el diputado del PP Tomás Burgos lanzó un duro ataque al ministro.

Burgos acusó al Gobierno de haber «contaminado la atmósfera del Pacto de Toledo» con sus «vaivenes, sus imprudencias y con su desorden».

«Los ciudadanos están que trinan con toda la razón», dijo el diputado del PP, quien también reprochó al ministro lanzar unas propuestas que después dice que no son suyas y que «otros filtran, otros presentan, otros modifican y otros niegan».

Ante tanta acusación, Corbacho pidió a Burgos un «mínimo de rigor» y le acusó de ser «el único» que ha sembrado dudas sobre el futuro de las pensiones, ya que no hace estas valoraciones dentro del Pacto de Toledo y sí fuera.

Las pensiones están garantizadas, pero hay que abordar el debate del cambio demográfico que va a sufrir España, reiteró el ministro, quien insistió en que el Gobierno busca el consenso.

Corbacho también comparó cifras, y señaló que cuando el PP dejó el Gobierno el Fondo de Reserva de la Seguridad Social estaba en 15.000 millones, frente a los 62.000 millones actuales.

Añadió además que el Gobierno socialista ha ido subiendo las pensiones mínimas cada año, hasta un 30% desde 2004, mientras que el PP las elevaba siempre por debajo de la inflación.

A pesar de sus explicaciones, Burgos le dijo al ministro que ya tiene su «epílogo» político escrito, con frases suyas como la de que España no iba a llegar a los cuatro millones de parados o no se iba a alargar la edad de jubilación.