La vicepresidenta segunda, durante la comisión de control al Gobierno, ayer en el Senado. | Efe - Paco Campos

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El ajuste adicional del déficit en los años 2010 y 2011 se hará «fundamentalmente» por la vía del gasto, según la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, que evitó concretar las intenciones del Gobierno en materia de impuestos o de salarios del personal de la Administración.
La ministra de Economía lanzó balones fuera a la hora de concretar en qué consistirá el recorte adicional del déficit de 0,5 puntos en 2010 y de 1 punto porcentual en 2011, y reconoció que algunas medidas, como la reducción de altos cargos, «son el chocolate del loro».
Salgado argumentó que «hasta ahora durante la crisis nadie ha bajado los impuestos». «No es verdad que en un momento de crisis la bajada de impuestos produzca más ingresos», afirmó, y añadió que «no podemos permitirnos más rebajas de impuestos». Salgado tampoco explicó si el Gobierno se plantea eliminar el cheque-bebé o congelar los sueldos de los funcionarios.
La tijera
Por otro lado, la vicepresidenta ahondó acerca de quién debe encargarse de meter la tijera al gasto público. Según apuntó, en tanto la reforma de la financiación autonómica dota de mayor corresponsabilidad fiscal a las comunidades autónomas, éstas deben arrimar el hombro a la vez que la Administración General del Estado. «Es un esfuerzo que tenemos que hacer entre todos, porque el porcentaje de gasto del Estado es mucho menor que el de las comunidades autónomas», explicó.
Por otro lado, Salgado justificó que el Gobierno haya pisado el acelerador en la reducción del déficit después de que Zapatero se negara a hacerlo hace tan sólo una semana. Salgado reconoció que los nuevos objetivos europeos suponen «un ajuste importante», si bien explicó que «ahora se puede hacer», puesto que la economía española ha vuelto a crecer en el primer trimestre del año.