Rajoy, durante la rueda de prensa que ofreció ayer para hacer balance del año y fijar sus prioridades para 2011. | Sergio Barrenechea

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El presidente del PP, Mariano Rajoy, reclamó ayer de nuevo «un profundo cambio político» para comenzar la recuperación económica y social, pero dejó claro que mientras eso no suceda hará «lo posible» para evitar que la factura que pueda dejar el Gobierno a los españoles sea «lo menos mala». Diversas llamadas al diálogo hizo el líder de los populares durante la conferencia de prensa que ofreció en la sede nacional de su partido para hacer balance del año que termina.

Un balance que sintetizó con estas palabras: 2010 «ha sido un año duro» durante el que «se han sucedido las malas noticias». Sólo, dijo, el triunfo de la selección española en el Mundial de fútbol o el premio Nobel a Mario Vargas Llosa, así como la imagen de otros españoles exitosos, han salvado un año en el que casi todo ha ido a peor.

La solución para poner fin a ese «empeoramiento» consiste, según ha dicho Rajoy, en adoptar una serie de medidas y acometer un paquete de reformas que generen confianza en la economía española y alejen los rumores de rescate financiero de la UE, cuestión de la que espera «no se hable nunca más». Esas medidas y esas reformas las repitió el líder del PP varias veces: lo más urgente es la reestructuración del sistema financiero, de tal forma que cuanto antes puedan las cajas convertirse en bancos y tener accionistas, y luego una ley que fije un techo de gasto a todas las administraciones.

Incumplimientos

También abogó por una reforma fiscal que ayude al emprendedor, por otra de la negociación colectiva, por la del modelo educativo y por la del sistema de pensiones, así como por la consolidación de la unidad de mercado, es decir, pocas normas para que la actividad empresarial se regule por igual en todo el Estado. Rajoy expresó sus reticencias en que de verdad el Gobierno cumpla todos estos objetivos; de hecho, comenzó su intervención ante los periodistas recordando lo que prometió Zapatero cuando hizo balance de 2009.

Nada de lo que dijo entonces, también un 30 de diciembre, sobre el fortalecimiento de los derechos sociales o las vías de recuperación económica se ha corroborado este ejercicio, denunció el líder del PP. Rajoy proclamó que ha llegado el momento de «tener altura de miras» y de hacer lo posible para evitar que 2011, como 2010, sea «un año perdido».