Vista general del salón de columnas del Palacio de la Moncloa, donde Zapatero se reunió ayer con 41 grandes empresarios, el presidente de la CEOE, Joan Rosell, y Javier García, de Anfac. | Efe

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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió ayer ante los empresarios reunidos en el Palacio de la Moncloa «a no bajar la guardia» frente a la crisis para que la recuperación económica cobre fuerza.

En la rueda de prensa posterior al encuentro con 41 empresarios, el líder del Ejecutivo aseguró que comparte plenamente con los responsables de las grandes compañías la necesidad de mantener el impulso reformador con nuevas medidas y cambios «de gran relevancia».

Según Zapatero, la mayoría de los presidentes de las grandes empresas españolas constataron la clara mejoría de los mercados de financiación para España, con la relajación del diferencial del coste de la deuda española en más de 100 puntos básicos desde la primera reunión, el pasado 27 de noviembre, «lo que genera confianza» en el futuro.

La reunión con las empresas que representan a la mitad del Producto Interior Bruto (PIB) de España fue «extremadamente útil» en pro de la recuperación de la estabilidad económica y de los cambios que la economía española demanda, consideró Zapatero, que emplazó a una nueva reunión dentro de tres meses.

Zapatero incidió en que este encuentro tiene la particularidad de facilitar el diálogo entre Gobierno y empresarios, y recordó que en la reunión el Ejecutivo pidió responsabilidad a las empresas más fuertes del país para que España supere las dificultades económicas que atraviesa.

El jefe del Gobierno explicó que el 99% de las voces en la reunión hablaron de la necesidad de imprimir «celeridad y profundidad» en las reformas, tanto en las que ya se han acometido como en las que están avanzadas o en una fase decisiva para su aprobación, y recalcó que la máxima prioridad del país es afrontar la crisis.

«Las medidas económicas y reformas no están condicionadas a ninguna otra circunstancia», enfatizó Zapatero, quien quiso dejar claro que «no hay ningún otro elemento que condicione el calendario político» que la voluntad de salir de la crisis, lo que a veces obliga a adoptar medidas impopulares, consideró.

«Por encima de cualquier otra circunstancia están las decisiones que hay que tomar y hemos tomado, muchas no han sido medidas populares, pero sí imprescindibles para España y darán sus frutos», confió el presidente.