Al finalizar el pleno y antes de las votaciones, Bono ha leído esta declaración que, según ha explicado en la tribuna, ha elaborado él mismo por acuerdo de la Junta de Portavoces, aunque fuentes de varios grupos se han quejado de que el presidente no les haya consultado antes sobre el contenido de este texto.
La declaración de Bono ha sido aplaudida sobre todo por el PSOE y algunos diputados populares, pero no por los parlamentarios de la izquierda minoritaria.
Bono ha iniciado la declaración recordando que ayer no sólo se cumplieron 75 años del inicio de la guerra, sino también 73 años del discurso que Manuel Azaña, presidente de la República, dio en pleno conflicto en el Ayuntamiento de Barcelona.
Ha reproducido buena parte de aquel discurso, en el que Azaña señalaba que si el «genio español vuelve a enfurecerse con la intolerancia y con el odio» hay que pensar «en los muertos», los hombres que cayeron «luchando magnánimamente por un ideal grandioso» y que «ahora ya no tienen odio, ya no tienen rencor».
Los mismos muertos, que, dijo Azaña y ha continuado leyendo Bono, «nos envían el mensaje de la patria eterna que dice a todos sus hijos paz, piedad y perdón».
«Sirvan estas palabras» de Azaña, ha concluido el presidente del Congreso, «para rendir homenaje a quienes murieron en defensa de sus ideales y ojalá sirvan también para desterrar el odio y la intolerancia de nuestras vidas».
Al finalizar Bono su discurso, un hombre que estaba sentado en la tribuna de invitados se ha puesto en pie y ha exhibido una fotografía de una víctima de la guerra civil con la leyenda «asesinado el 16 de septiembre de 1936. 75 años sin justicia».
El presidente del Congreso ha conminado a este invitado y a su acompañante a que se abstuviesen de más manifestaciones y se sentasen.
Los diputados de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, e ICV, Nuria Buenaventura, han expresado su disgusto tras la declaración leída por Bono, porque no recoge en ningún momento la condena al golpe de estado.
«Me ha costado no aplaudir las palabras del presidente Azaña. Pero ya no eran las suyas» ha dicho Llamazares en su cuenta de Twitter, en la que también ha señalado que, en vez de condenar a los golpistas, Bono ha recordado a las víctimas. «Agua bendita», ha añadido.
Por su parte, Nuria Buenaventura ha subrayado que la declaración de Bono «no era el espíritu de nuestra propuesta» porque no se ha referido en ella al «golpe fascista» que provocó la guerra.
Al mismo tiempo, el diputado socialista Juan Moscoso ha llamado la atención sobre el hecho de que ningún diputado de la primera fila de la bancada del PP, donde se sienta la dirección del grupo parlamentario, haya aplaudido la declaración de Bono.
4 comentarios
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Lo del Sr. Bono es que le van más las corbatas, los convencionalismos y los conservadurismos, que los progresos en materia política y social. Vamos, que le caería mucho más al dedo un cargo de monseñor que no el que tiene.
Por lo visto en Palma los rojeras siguen destilando odio, mentira y falsedad... Hoy hay una pintada (al estilo de las que apoyaban los asesinatos de religiosos en la zona roja), en las puertas del convento de Sta Magdalena de Palma, que dice vergonzosamente: CÓMPLICES DEL ALZAMIENTO NACIONAL. Otra falsedad de esos ignorantes miserables ya que: Año 1934 Revolución de Asturias, 33 curas y religiosos asesinados en Mieres, Turón, Oviedo. Año 1936, antes del 18 de julio, día de la rebelión militar. El delito de esos religiosos era rezar, celebrar la misa y dar clases y hay que ser muy cafres y sádicos para gloriarse de esos asesinatos. Pienso que por higiene democrática y social se debería multar a esos grupos desestabilizadores y pro comunistas soviéticos.
LA GUERRA ES LA SALIDA COBARDE A LOS PROBLEMAS DE LA PAZ. La guerra terminaría si los muertos pudieran regresar. En la paz se cuelga a los ladrones; en la guerra se les honra, dice un proverbio francés.No hay caminos para la paz; la paz es el camino. (Gandhi).
JOSÉ BONO, católico practicante, amigo de obispos y cardenales, socialista ilustre, hijo de alcalde Jefe Local del Movimiento, es moderado y procura limar asperezas con la derecha porque sabe lo que les espera.Manuel Azaña, en sus diarios que conservo, como presidente de la Segunda República, da cuenta de los avatares desde su inicio en 1936 hasta casi su culminación en 1939. Manuel Azaña, aunque no se lo crean, fue un político que ante todo era un gran escritor, con riqueza documentalista y literaria, retratando a todos los personajes de forma directa y magistral.