En concreto, las pymes y autónomos sumaron un fraude fiscal que rondó los 16.261 millones de euros. El fraude fiscal de particulares, como plusvalías, arrendamientos, rentas del trabajo o del capital, se situó alrededor de los 1.543 millones de euros anuales. Así pues, el fraude total ascendería a 59.515 millones de euros, el doble del fraude laboral, cifrado en torno a los 30.000 millones.
Billetes de 500
Dado que las tres cuartas partes de la evasión fiscal se localiza en las 41.582 empresas de mayor tamaño, el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, consideró que existe «consonancia» con las cantidades de billetes de 500 y 200 euros.
«La responsabilidad social y la participación de las grandes empresas en el esfuerzo fiscal colectivo para superar la crisis económica debería ser mayor que en la actualidad», reclamó Mollinedo.
En este sentido, el responsable de los técnicos de Hacienda recordó que aunque el tipo general del Impuesto de Sociedades es del 30% para las grandes empresas y del 25% para las pymes, el tipo efectivo es finalmente inferior para las compañías de mayor tamaño.
Según los últimos datos disponibles, correspondientes al ejercicio 2008, las microempresas que facturaron entre 6.000 y 60.000 euros tributaron a un tipo efectivo del 23,9%, mientras que las empresas que ingresaron entre 6 y 12 millones de euros lo hicieron al 21,2%, dos puntos y medio menos.
Por su parte, Gestha calcula que las corporaciones empresariales que facturaron más de 180 millones tributaron al 19,5%, es decir, cuatro puntos y medio puntos menos que las microempresas.
Asimismo, el colectivo instó a la Agencia Tributaria a realizar un «mayor esfuerzo» para detectar y combatir posibles irregularidades entre las grandes compañías.
«Desde hace muchos años se ha puesto la lupa sobre las rentas del trabajo, de los autónomos y de las microempresas en lugar de perseguir las grandes bolsas de fraude», lamentó Gestha en un comunicado.
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
¡Vaya tela! Pero bueno, esto se arregla desviando las miradas diciendo que la culpa de la deuda que tiene España es de los inmigrantes que van mucho al médico y a la escuela; y lavando las conciencias donando una insultante cantidad para paliar el hambre en el Cuerno de Àfrica. También se puede lavar la conciencia en casa acudiendo a ver al Papa y cantándole un caluroso "Santo, santo. Santo santo. Santo es el Señor..." acompañado a la guitarra por un niño educado en el mejor de los colegios privados (para que no se roce con los inmigrantes)