Los transportistas devuelven los muebles que se habían llevado del centro de educación privada Santa Illa. | Efe - Kiko Huesca

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Poco antes del mediodía de ayer llegaron al colegio Santa Illa de Madrid los mismos camiones que ayer vaciaron el centro escolar por la elevada deuda de su propietario con la Seguridad Social.

Durante la mañana los medios de comunicación montaron guardia a la puerta de este colegio privado bilingüe a la espera del regreso de sillas, mesas y pizarras, después de que se haya acordado que, aunque el embargo no haya quedado levantado, será el propio centro el encargado de custodiar el mobiliario.

Alumnos

Esto permitirá que los niños, unos 150 de entre 3 y 17 años, vuelvan el lunes a clase, mientras que el propietario del centro busca una solución para saldar la deuda de cerca de un millón de euros.

Por otra parte, el FSIE Madrid, sindicato mayoritario que representa a los trabajadores de los centros de enseñanza privada y concertada de la Comunidad de Madrid, ha tachado de «inaceptable» que la ejecución del embargo por impago a la Seguridad Social al colegio Santa Illa de Madrid se realizara en horario escolar y, por tanto, en presencia de los alumnos del centro.

El colegio va a intentar alcanzar un acuerdo con la Consejería de Educación y la Tesorería de la Seguridad Social para poder continuar funcionando el curso que viene con la normalidad registrada hasta ahora.

Así lo ha explicado el director y propietario del centro, Iñaki Santa, que, en declaraciones a los medios, ha reconocido que no le gusta que se esté hablando de plazos hasta junio. «No hemos nacido para vivir de aquí a junio, llevamos 53 años funcionando», lamentó.