El Gobierno ya se ha puesto en contacto con las autoridades bolivianas por la decisión de expropiar las acciones de Red Eléctrica Española (REE) en una empresa transportadora de energía en este país y cree, por las «primeras impresiones», que se trata de un caso «muy diferente» a lo sucedido con YPF.
Así lo han explicado a Efe fuentes de Moncloa, que han comentado que los ministerios de Asuntos Exteriores y de Cooperación y de Industria, Energía y Turismo están analizando la información sobre este anuncio hecho por el presidente de Bolivia, Evo Morales.
Morales ha ordenado también a las Fuerzas Armadas custodiar las instalaciones de esta firma y ha justificado la expropiación al considerar insuficiente la inversión de la empresa española de 81 millones de dólares en 16 años.
Las citadas fuentes de Moncloa han informado de que el Gobierno sigue la «evolución» de este acontecimiento y entiende que, a tenor de las primeras informaciones, este caso es «muy diferente» a la expropiación por parte del Gobierno de Argentina del 51% de YPF, la filial en este país de Repsol.
Además, han subrayado el compromiso «firme» del Ejecutivo de Mariano Rajoy con la defensa de los intereses de las empresas españolas en el extranjero.
El presidente de Bolivia ha anunciado esta decisión durante el acto del Día del Trabajo en el Palacio de Gobierno de La Paz.
«Hoy día nuevamente, como justo homenaje a los trabajadores y al pueblo boliviano que ha luchado por la recuperación de los recursos naturales y los servicios básicos, nacionalizamos la Transportadora de Electricidad (TDE)», ha afirmado Morales.
La eléctrica española compró el 99,94% de las acciones de la TDE en 2002, mientras que el 0,06% restante está en manos de los trabajadores de la firma boliviana.
La TDE es propietaria y operadora del Sistema Interconectado Nacional boliviano de electricidad, que atiende al 85% del mercado nacional y posee el 73% de las líneas de transmisiones de este país.
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Eso pasa por querer aprovecharse de las penurias de los paises del tercer mundo. Ahora se dan cuenta de que no se trata de explotar a la gente y enriquecerse, sinó de colaborar con el país que "ayudan". No vale llevarse los beneficios a Suiza. Claro que como ahora los que pagan las consecuencias son los "amiguitos" que están en el poder, la cosa cambia, que todo vale hasta que me toca a mí. Cuando a mi me toca recibir tortas se cambian las reglas del juego.