El ministro de Economía, Luis de Guindos, explicó ayer tras el Consejo de Ministros los pormenores de la creación del «banco malo». g Foto: EFE | PAUL HANNA

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El ministro de Economía, Luis de Guindos, afirmó ayer que el ‘banco malo' al que da luz verde el Gobierno no supondrá coste a los contribuyentes porque el traspaso de activos dañados (inmuebles adjudicados por impago o créditos dudosos) a esta sociedad gestora será «a precios adecuados» para que pueda venderlo en el mercado sin perder dinero en un plazo de entre 10 y 15 años.

«Será una entidad viable y que no tenga pérdidas», recalcó, fue insistente en cuanto a «minimizar el impacto al contribuyente». Los activos a traspasar serán sobre todo «créditos problemáticos ligados al promotor, que es el más tóxico», precisó.

El precio de traspaso de activos será la clave para calcular el coste al erario público español, porque lo que el ‘banco malo' compra son activos cuyo precio actual en el mercado es muy inferior al que figura en los balances de los bancos como consecuencia de pinchazo de la burbuja inmobiliaria (el mercado habla de hasta un 60% de descuento).

La situción a corto plazo se resumiría en que si el ‘banco malo' los compra caros, puede perder dinero, y si los compra baratos, sufrirán las cuentas de la entidad.

De Guindos señaló ayer a ese respecto que, «como los activos ya están muy provisionados [es decir, las entidades ya han reservado dinero para cubrir la pérdida], en el caso del suelo hasta el 80%, el precio de compra podrá ser reducido», de modo que, «si el proceso de venta de estas sociedad dura de 10 a 15 años hay margen para que la situación económica y el mercado inmobiliario se recuperen y evitar las ventas a pérdida».