En su declaración del pasado 15 de julio, el extesorero indicó que en 2009, al estallar el caso Gürtel, había un saldo en esa caja B de «cuarenta y tantos mil euros» y de ahí entregó en sendos sobres 20.000 euros a Rajoy y otros 20.000 euros a la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, a los que aseguró también haber abonado a cada uno en otra ocasión 25.000 euros en negro.
Quedó entonces un remanente de 4.900 euros, y en marzo de 2010, cuando el extesorero abandona su cargo de senador, le pregunta al ex secretario general del partido Javier Arenas qué hacer con ellos.
«Chico, cógelos, los metes en un sobre y se los dejas al presidente y el sabrá lo que tiene que hacer», le contestó Arenas, según el relato de Bárcenas, al que ha tenido acceso Efe.
Según manifestó, le llevó el sobre a Rajoy a su despacho, junto a una copia del listado, «una fotocopia que él destruyó luego en la destructora de papeles».
A lo largo del interrogatorio, el juez le fue preguntando por las anotaciones contables que aparecen en la documentación que aportó para tratar de demostrar la existencia de las cuentas opacas del PP.
Sobre la anotación «Trajes M.R.», explicó que se trataba de gastos de representación del presidente del partido Mariano Rajoy «que se pagaron desde esa caja» B.
Tratándose de gastos de representación, Ruz cuestionó por qué no se reflejaron en la contabilidad oficial, a lo que Bárcenas contestó: «Pues porque probablemente no hubiese quedado estéticamente muy bien presentar al Tribunal de Cuentas una factura del sastre comprando unos trajes».
El primero de los sastres contratados, según dijo, era el suyo y la segunda tanda de trajes los encargó el exministro Juan Costa.
Señaló que la operación de los trajes se hizo porque «la parte que llevaba los temas de imagen» decidió que Rajoy «tenía que cambiar completamente el vestuario porque las chaquetas le quedaban así, los colores que llevaba la corbata, es real lo que le estoy contando, no eran los que tenían que ser».
Todo este cambio de imagen, agregó, «iba a ser muy gravoso para que él tuviera que pagarlo de su bolsillo cuando era una obligación que le estaba imponiendo el departamento de comunicación del partido, incluido el cambio de gafas».
«Entonces se decidió que se le hacía el vestuario, y el vestuario lo pagaba el partido, pero en lugar de pagarlo oficialmente, lo pagamos extraoficialmente, pero yo creo que estaba justificado», observó el extesorero.
Durante su extensa declaración de cinco horas, Ruz le preguntó a Bárcenas si quería parar para descansar a lo que éste respondió: «Yo le rogaría señoría, acabar esto y volver a prisión lo antes posible».
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