En su último boletín económico, la entidad destaca que en comparación interanual el avance ha sido del 0,5 % respecto al primer trimestre de 2013, lo que supone la primera tasa positiva tras nueve trimestres consecutivos de caída.
El crecimiento se ha sustentado en una mejora de la demanda doméstica, que aporta dos décimas del avance del primer trimestre, gracias al aumento del consumo privado y la inversión empresarial, así como al repunte del gasto y la inversión de las administraciones públicas.
Las otras dos décimas de crecimiento trimestral las aporta el sector exterior, que ralentiza su expansión respecto a la registrada en el tramo final de 2013.
Sin embargo, en comparación interanual la demanda exterior crece por la aceleración de las exportaciones, consecuencia de la mejora de las economías del euro, la ganancia de competitividad y el dinamismo del turismo extranjero.
Sobre el empleo, señala que en los tres primeros meses del año se ha prolongado la mejoría observada en el tramo final de 2013, ya que el aumento de la afiliación a la Seguridad Social está permitiendo una recuperación generalizada en todas las ramas de actividad, aunque particularmente en la de servicios.
La entidad también destaca el aumento de la contratación, aunque incide en que es mayor la temporal y la destinada al trabajo a tiempo parcial, si bien cree que la «tarifa plana» de cotización a la Seguridad Social puesta en marcha por el Gobierno podría generar un incremento de las contrataciones indefinidas en los próximos meses.
Asimismo, los indicadores de costes laborales reflejan el mantenimiento de la moderación salarial observada en 2013, a lo que contribuyen el menor peso que en los convenios tienen las cláusulas de salvaguarda salarial frente a la inflación.
El Banco de España considera que el fortalecimiento del contexto exterior y la mejora del clima de confianza han propiciado un entorno «algo más favorable» para las decisiones de consumo y de inversión del sector privado.
De esta forma, el consumo de los hogares aumentó el 0,3 % entre enero y marzo, apoyado en «una paulatina mejoría del empleo» y en su efecto sobre la renta disponible, que la entidad espera que aumente de forma moderada a lo largo de 2014.
La inversión residencial siguió desacelerando su caída, aunque la demanda de vivienda es todavía débil -a pesar del impulso de las compras efectuadas por extranjeros-, con lo que la absorción del voluminoso excedente de vivienda terminada sin vender avanza lentamente e impide la construcción de obra nueva en algunas zonas.
La entidad estima que los hogares redujeron en el primer trimestre su endeudamiento y sus cargas financieras, pero el ahorro -salvo el destinado a pagar las deudas- se mantuvo en niveles reducidos.
En el ámbito empresarial creció la inversión en bienes de equipo, con lo que se prolonga la recuperación observada desde principios de 2013, debido a la mejora del clima empresarial y a la mejor evolución de la cartera de pedidos del exterior.
Por el contrario, la inversión en construcción no residencial cayó respecto al trimestre anterior, con lo que se mantiene el ajuste de este sector por el retroceso de la obra civil.
Respecto al proceso de reducción del déficit, el Banco de España señala que la información disponible es todavía poco representativa de lo que puede ser el conjunto del año, aunque cree que indica la continuidad del proceso de consolidación fiscal en todas las administraciones.
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