Un fragmento de la carta de la Infanta.

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La Infanta Cristina estampa el sello del ducado de Palma en la carta que envió a su hermano, el Rey Felipe VI, para comunicarle que renunciaba voluntariamente a seguir usando el título de duquesa de Palma, que su padre, Don Juan Carlos, le otorgó en 1997 con motivo de su matrimonio con Iñaki Urdangarin.

La misiva, difundida por los diarios 'Ara' y 'La Vanguardia', lleva fecha del pasado 1 de junio. Desde la Casa del Rey se asegura que la carta llegó al Palacio de la Zarzuela después de que Felipe VI comunicara este jueves a su hermana que había decidido revocarle el título nobiliario, versión que contradice a la ofrecida por la Infanta.

La carta filtrada a los medios de comunicación no se acompaña de su correspondiente sobre con matasellos. En el texto manuscrito, Doña Cristina se presenta como víctima de «acusaciones infundadas» vertidas contra ella por parte del sindicato Manos Limpias y sostiene que si no renunció antes al ducado de Palma fue por el miedo a que este gesto pudiera interpretarse como un «desdén» a esa ciudad a la que dice querer y admirar.

A continuación se reproduce el texto íntegro de la carta:

Lunes, 1/Junio/2015

Ginebra

Majestad,

Con ocasión de mi boda con D. Iñaki Urdangarín, Nuestro Padre, S.M. El Rey Don Juan Carlos I, me otorgó la titularidad del Ducado de Palma. Tanto por el momento como por lo que para nosotros representaba Palma, el título otorgado me llenó de satisfacción y lo serví con la máxima fidelidad y cariño.

Hoy, todavía, Palma representa para mi marido y para mi una referencia una referencia de fuertes e importantes recuerdos, que nuestros hijos comparten con nosotros. Por ello, cuando en los últimos tiempos, como consecuencia de las acusaciones infundadas dirigidas contra mi persona por parte del Sindicato Manos Limpias, he conocido iniciativas que ponían en cuestión la continuidad del título de Duquesa de Palma, lo he vivido con enorme disgusto e incomodidad.

No quise, en su momento, hacer caso de aquellas iniciativas por estimar que, de tenerlas en cuenta, podían estar ofendiendo a todos aquellos que no las compartieran y que pudieran interpretar una inmediata respuesta por mi parte, como un desdén a la Ciudad que tanto queremos y admiramos. No obstante, en este momento, después de una larga y dolorosa reflexión, he llegado a la conclusión, que debo manifestar a S.M mi voluntad de renunciar al título de Duquesa de Palma evitando así cualquier polémica que por razón de ello pudiera plantearse en la Ciudad de Palma.

Seguiré llevando esta ciudad en mi corazón; me sentiré siempre agradecida por las atenciones y el cariño que han manifestado a mi familia, pero quiero alejarme de cualquier debate que del uso del título por mi parte pudiera trasladarse a la sociedad mallorquina.

Al hacerse efectiva, pues, mi renuncia al título de Duquesa de Palma, ruego encarecidamente a S.M, que adopte las medidas que sean necesarias para su debida formalización.

Con afecto y cariño,

Cristina

Infanta de España