Albert Rivera lo ha dejado claro en una rueda de prensa en el Congreso después de reunirse este lunes, de manera discreta en la Cámara, con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, asegurando que estas modificaciones de la Carta Magna constituyen una condición «sine qua non» para lograr un pacto con los socialistas
La supresión de los aforamientos de los cargos públicos por delitos de corrupción es el primer punto de la reforma, el segundo la reducción a 250.000 firmas de la exigencia constitucional, fijada ahora en medio millón de firmas, para presentar una Iniciativa Legislativa Popular y el tercero, la «despolitización» de la Justicia mediante cambios en los mecanismos de elección de jueces.
Hay una cuarta modificación de la Constitución reclamada por Ciudadanos que exige suprimir las Diputaciones Provinciales -quedan al margen las diputaciones forales y los cabildos insulares- para acabar con las duplicidades en la Administración Pública y la quinta es reducir a ocho años el mandato del jefe del Ejecutivo.
Aunque cerca del acuerdo, ha reconocido Rivera, hay «escollos importantes» que pueden dinamitar un posible pacto, sobre todo en lo referente a acabar con las diputaciones porque Ciudadanos -ha recalcado- «no está dispuesto» a subir el IRPF a las clases medias y trabajadores para mantener estas instituciones.
Una medida que, ha recordado, llevaba el PSOE en su programa electoral cuando se presentó Alfredo Pérez Rubalcaba a las elecciones de 2011, si bien reconoce que afrontar este tipo de medidas son complicadas para el PSOE y se requiere de «coraje y valentía» para afrontar estos cambios.
«Los partidos viejos tienen mochila y unas estructuras y entiendo que son pasos que no son fáciles de dar».
De todas formas, la reforma constitucional que ha puesto sobre la mesa requiere para su aprobación de una mayoría de tres quintos del Congreso (210 votos) y del Senado (160), para la que necesitan el apoyo del PP.
Y esperan sumar al Partido Popular a este acuerdo, ha señalado, porque se están negociando cosas que «muchos de sus votantes» están conformes y si la dirección del partido no lo está, que explique «por qué» y digan por qué no están de acuerdo en acabar, por ejemplo, con las diputaciones y los aforamientos.
«Hay muchos aforados, supongo que a Barberá no le gustará porque algunos pretenden seguir aforándose y a otros no les gustará la ILP», pero Ciudadanos no ha venido a «contentar» aspiraciones particulares sino a plantear un proyecto «de reformas».
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Si desmantela las administraciones locales y autonómicas para retransferir las competencias al Estado, no hará desaparecer la corrupción, sino que hará que sea muy difícil de investigar. No es meter la basura debajo de una alfombra pesada la solución, sino que es quitarla, llevarla a la tintorería y pasar la aspiradora y la vaporeta para quitar toda la suciedad. Yo a esto lo llamo centralismo a ultranza y mala idea.