En la sesión de control al presidente de la Generalitat en el Parlament, Puigdemont ha afirmado que en el debate de investidura que tiene lugar en Madrid quedarán disipadas las «esperanzas» que aún pudieran quedar entre los defensores de una tercera vía, como los socialistas, que apuestan por una España federal.
Según Puigdemont, el debate de investidura, que «no acabará con la elección» del socialista Pedro Sánchez como presidente, es comparable a las «exequias de la tercera vía», porque el acuerdo entre el PSOE y C's, en lo que respecta a Cataluña, es «preocupante y decepcionante, inconcreto e insuficiente».
En su opinión, el acuerdo de legislatura alcanzado entre Pedro Sánchez y Albert Rivera «niega» la hoja de ruta soberanista avalada por el Parlament en su declaración de ruptura del 9 de noviembre y «traza un camino imaginario» que «difícilmente» se puede recorrer.
Esta oposición frontal no sólo del PP y C's sino también del PSOE a un referéndum de autodeterminación en Cataluña permite «reafirmar» el camino soberanista marcado tras las catalanas del 27 de septiembre, que dieron a las fuerzas independentistas de Junts pel Sí (JxS) y la CUP la mayoría absoluta en el Parlament.
Ese es, según Puigdemont, el camino que «genera consensos y permite tirar adelante una hoja de ruta con claros objetivos y horizontes».
«Iremos tirando y, si alguien tiene algo que decirnos, ya nos lo hará saber», ha remachado el president, que ha alertado de la «gran inestabilidad política» que se abrirá en España tras el debate de investidura de esta semana.
Puigdemont se ha quejado de que «al otro lado» no hay interlocutor: «Necesitamos imperiosamente que la política española se ponga las pilas».
En la misma línea que Puigdemont, el presidente del grupo parlamentario de JxSí, Jordi Turull, ha denunciado la coalición PSOE-C's, que se suma al PP en su rechazo al proceso soberanista y que ha bautizado como «Junts pel No», por lo que ha emplazado a la izquierda alternativa que representa Catalunya Sí que es Pot a «incorporarse al proyecto político histórico y trascendente» que propugna la independencia de Cataluña.
El presidente del grupo parlamentario de Catalunya Sí que es Pot, Lluís Rabell, ha hecho un llamamiento a las fuerzas independentistas a comprometerse a favor de un «Gobierno de izquierdas» que defienda el derecho a decidir de los catalanes, como plantea Podemos.
«¿Seguirán poniéndose de perfil o adoptarán una actitud más proactiva en la configuración del Gobierno español?», ha preguntado Rabell a Puigdemont, a quien ha animado a «rebobinar» hasta volver a la «pantalla» de la defensa del referéndum.
Puigdemont le ha hecho notar que el referéndum, entre las fuerzas políticas españolas, «sólo lo defiende Podemos», un apoyo por ahora «claramente insuficiente»: «Si hubiese algún Gobierno español que propusiera un referéndum, siempre nos sentaremos a negociar los términos de este referéndum», ha asegurado.
Por su parte, la presidenta del grupo parlamentario de C's, Inés Arrimadas, ha acusado a Puigdemont de «engañar» a los catalanes con «juegos de palabras» para cambiar el nombre de la consellería de Exteriores, haciendo ver que el Tribunal Constitucional carece de legitimidad pero al mismo tiempo acudiendo a él para defender las competencias de la Generalitat.
El presidente del grupo parlamentario del PPC, Xavier García Albiol, ha lamentado la «irresponsabilidad» de los soberanistas al «desobedecer» a los letrados del Parlament, que aconsejaron no crear las ponencias conjuntas para redactar las tres leyes de desconexión -Hacienda Pública, Seguridad Social y Transitoriedad Jurídica- ante el rechazo de los grupos de la oposición.
Por su parte, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, ha pedido a Puigdemont que explore «vías de diálogo, pacto y colaboración con pueblos hermanos» que puedan ayudar a tejer una España diferente, tras la reciente visita a Barcelona del presidente aragonés, el socialista Javier Lambán.
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