TW
3

El PP quiere abrir el debate del cambio de hora en primavera y otoño y propone que el Gobierno haga un estudio socioeconómico para conocer en detalle cuál sería la incidencia económica global, así como la afectación a la productividad, la competitividad y la conciliación de la vida profesional, personal y familiar, de adaptarse al huso horario de Londres.

A través de una proposición no de ley registrada en el Congreso y recogida por Europa Press, los 'populares' alertan al Gobierno de las diferencias existentes entre los biorritmos y la organización de vida de España con el resto de Europa por pertenecer a un huso horario diferente.

Concretamente apuntan que amanece más tarde lo que lleva a una organización del trabajo «singular» que permite una larga pausa para comer y el alargamiento de la jornada, limitando la posibilidad de disponer de tiempo propio, tanto para el ocio como para el descanso, la formación o la familia.

«Esto lleva a una permanencia excesiva en el lugar de trabajo, con el consecuente descenso de la productividad, al tiempo que se produce un incremento del estrés y del absentismo laboral. Además, el español retrasa la hora de irse a la cama, frente al resto provoca que el tiempo que los españoles dedican de media al sueño no llegue a las ocho horas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS)», advierte la formación 'popular'.

Báñez puso el tema sobre la mesa

Todos estos datos contrastan con la actividad de cualquier otro país europeo, en donde, según apunta el texto registrado, se permite la existencia en la tarde de un largo espacio de tiempo en el que los miembros de la familia pueden desarrollar actividades compartidas, mejorando la posibilidad de conciliar el trabajo con nuestra vida personal, familiar y laboral.

La conciliación es también el motivo por el que la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, puso del debate sobre el cambio del huso horario sobre la mesa. Durante su comparecencia en el Congreso, en diciembre del año pasado, Báñez aseguró que quería cambiar la jornada laboral en España, con carácter general, para que acabe a las 18.00 horas y también se refirió a un estudio de las posibilidades que tendría el cambio de huso horario.

Los científicos, en contra

Esta posibilidad ha sido calificada de «disparate» por varios físicos consultados por Europa Press. El Catedrático del Departamento de Física Aplicada de la Universidad de Santiago de Compostela, Jorge Mira, ha argumentado que «un cambio de huso no sólo no arreglaría nada sino que incluso traería problemas», mientras que el científico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), José Fernández-Albertos, ha incidido en la idea de que es el sol el que «influye en los hábitos de vida».

«Es cierto que los hábitos sí responden a la posición del sol porque, aunque sea la misma hora legal en el este y oeste peninsular, los hábitos sociales son diferentes porque la hora solar lo es», ha aseverado.

Los científicos también han mostrado su temor acerca de que esta posibilidad «se está razonando sobre un mapa plano cuando la Tierra es redonda» y advirtiendo de que muchos de los argumentos que se están dando a favor del cambio de huso «son falacias».