Juana Rivas, en el centro, la mujer a la que un Juzgado de Granada obliga a devolver a sus dos hijos a su padre. | Efe

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Juana Rivas, la mujer de Maracena (Granada) ilocalizable desde el 26 de julio tras no entregar sus dos hijos a su padre, condenado por un delito de lesiones en el ámbito doméstico en 2009, ha pedido a la justicia que «encamine este proceso hacia la cordura» y que «las leyes se usen realmente para proteger a los menores, lejos de política» u otros «intereses».

A través de una carta leída en la concentración de unas cien personas que, en su apoyo, ha tenido lugar en Granada, al igual que en otros puntos de España, Juana Rivas ha resaltado que «estos jueces están pagados con el sudor de todos los españoles», por lo que ha llamado a subsanar los «errores judiciales» que, en su opinión, ponen «en peligro» a sus hijos, de once y tres años.

La concentración de Granada ha comenzado a las puertas de los juzgados de Caleta, si bien ha sido trasladada a la plaza del mismo nombre, donde había sido convocada inicialmente, tras acceder a la misma una decena de personas que portaban carteles con el lema 'Amor de padre', lo cual ha conllevado a enfrentamientos verbales entre partidarios de uno y otro progenitor.