El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont (i), y el Premio Nobel de la Paz 2015, Ahmed Galai (d) este lunes en el Palau de la Generalitat. | Efe

TW
38

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha afirmado este lunes que un referéndum «nunca puede ser calificado de estafa», porque «la estafa sería impedir su celebración», y ha alertado de que con las «urnas nunca se hace un golpe de Estado» puesto que un «golpe de Estado sería prohibirlas».

Puigdemont ha exhibido este lunes el apoyo al referéndum del premio nobel de la paz Ahmed Galai, vicepresidente de la Liga Tunecina de los Derechos Humanos, una de las cuatro organizaciones que forman el Cuarteto Nacional de Diálogo en Túnez.

Durante su intervención en el acto, celebrado en el Palau de la Generalitat, Puigdemont ha defendido que el referéndum que prevé convocar el Govern para el 1 de octubre no puede ser calificado «nunca de estafa» ni de «golpe de Estado».

«Con las urnas nunca se puede hacer un golpe de Estado. Un golpe de Estado sería prohibirlas», ha dicho el presidente catalán en clara respuesta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Noticias relacionadas

Puigdemont ha puntualizado que un referéndum como el que desea celebrar el 1 de octubre a pesar del veto del Estado es «sinónimo de democracia en todo el mundo» y, en este sentido, ha avisado al Ejecutivo del PP que «cualquier intento de impedir el referéndum por la vía judicial o política está destinado al fracaso, porque la democracia es imparable».

El presidente de la Generalitat ha reiterado así que el referéndum se hará el 1 de octubre, con «plena normalidad» y con «todas las garantías homologables» a nivel internacional: «Creemos en la democracia, y los problemas en democracia se resuelven votando para conocer el deseo mayoritario de los catalanes», porque votar es la «mejor de las herramientas», ha esgrimido.

Por ello, Puigdemont ha asegurado que «estamos lejos de ser un problema» cuando lo que hacemos es un «ejercicio democrático» y, sobre todo, en un mundo globalizado como el actual, donde la democracia es un «valor a fomentar como garantía de libertad, de derechos humanos y de convivencia».

Puigdemont, además, ha puesto en valor que Cataluña siempre ha presentado sus reivindicaciones de forma democrática y pacífica: «Ha sido un ejemplo de convivencia que ha superado todas las dificultades», ha apostillado.