Carles Puigdemont. | Javier Jiménez

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El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha recordado este martes que el domingo está convocado un referéndum pese a la orden de la Fiscalía Superior de Catalunya que ha pedido el precinto de los colegios electorales: «Quedan tres días de campaña. Esto no lo para nadie».

Lo ha dicho en un acto de la campaña del PDeCAT por el 'sí' al referéndum en el Casino del Centre de L'Hospitalet del Llobregat en el que también ha participado la consellera de Gobernación, Meritxell Borràs, el alcalde de Molins de Rei (Barcelona), Joan Ramon Casals, y el portavoz del grupo municipal del PDeCAT en L'Hospitalet, Jordi Monrós, y al que han asistido cerca de 200 personas, aunque muchos se han quedado a las puertas.

Ha criticado la actitud de las instituciones del Estado que tratan de impedir el referéndum del 1 de octubre, a las que ha acusado de estar saltándose la Carta de Derechos Humanos Europea: «Hemos visto cosas que no veíamos desde la época de Franco».

Ha hecho mención de las últimas actuaciones jurídicas y policiales llevadas a cabo por el Estado en Catalunya y las ha tachado de «persecución de las ideas» con prohibición incluso de actos públicos como el mitin que celebraba este martes.

«Lo que ha pasado estos días no lo olvidaremos nunca. Pase lo que pase, esto que han hecho no lo olvidaremos. Ni los silencios cómplices ni la cooperación necesaria para que el Gobierno haya podido perpetrar una actuación tan severa», ha advertido.

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Ha celebrado haber ampliado la base de los catalanes que ahora respaldan el referéndum, algo que también atribuye a esas acciones del Estado y ha avisado de que en Catalunya ya se ha decidido que hay cosas a las que no renunciarán: «En este país hay cosas que ya hemos decidido que no nos quitarán nunca más».

Ha proclamado un país diverso que está unido por la libertad y por la democracia: «Y esto no nos lo dejaremos manosear por una formación política que está en las antípodas de la tradición democrática europea».

Ha censurado el coste de los barcos atracados en los puertos catalanes para albergar a agentes de Policía Nacional y Guardia Civil --que ha cifrado en 300.000 euros diarios--, ha afirmado que también tienen ocupados muchos hoteles y ha ironizado: «Nos están salvando la temporada baja». «UN PUEBLO ALZADO»

Ha preguntado a los asistentes si prefieren un Gobierno que «tiene como prioridad absoluta perseguir un referéndum en lugar de delincuentes y pone barcos para policías en lugar de para salvar a refugiados», a la oportunidad que asegura que abre el referéndum que ha convocado.

El presidente ha replicado que Catalunya es un pueblo que merece que le respeten los derecho humanos y que se ha ganado el derecho a ser escuchado, tras lo que ha lanzado un consejo al Estado: «Que nos escuchen el 1-O, que escuchen a un pueblo pacífico alzado democráticamente que dice que quiere ser un estado independiente».