Los presidentes de la Asamblea Nacional Catalana, Jordi Sànchez (d.), y de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, a su llegada a la Audiencia Nacional para declarar ante la juez Carmen Lamela como imputados por un delito de sedición. | Efe

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La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha pedido este lunes prisión incondicional para los presidentes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, y de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, investigados por sedición en relación con su actuación en el asedio a la Guardia Civil el 20 y 21 de septiembre.

La jueza les acusa en el auto de medidas cautelares al major de los Mossos, Josep Lluís Trapero, de ser los principales responsables de promover aquellas concentraciones «por su capacidad de convocatoria».

Sánchez y Cuixart han comparecido ante Lamela después de que ésta haya dictado libertad con medidas cautelares para Trapero, en contra del criterio de la Fiscalía, que también había solicitado prisión para él.

Lamela cree que ambos actuaron con el objetivo de impedir que los agentes y la comisión judicial que estaba practicando un registro en la Consellería de Economía pudieran desarrollar su trabajo en cumplimiento de la Ley.

En este sentido recoge el llamamiento de Sánchez a los congregados: «Que nadie se vaya a casa, será una noche larga e intensa».

Según la jueza, ANC y Òmnium lanzaron mensajes en las redes sociales no para participar en una manifestación pacífica frente a los edificios donde se practicaban registros en el marco del operativo para prevenir el referéndum, sino para la «protección» de sus gobernantes con consignas como «para parar a la Guardia Civil».

Lamela apunta a Cuixart y Sánchez como los «interlocutores» de las movilizaciones, pero sin que aceptaran las opciones que los especialistas de seguridad ciudadana proponían para evitar o disminuir los riesgos, ni que trataran de desconvocar o diluir esas concentraciones.