La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, a la salida de su comparecencia en la comisión de corrupción de la Asamblea de Madrid. | Efe

TW
1

Con la intención de «responder a todo», Esperanza Aguirre ha comparecido este viernes en la comisión de corrupción de la Asamblea para hablar del polémico campo de golf del Canal de Isabel II y ha tratado de exculparse recurriendo al refranero español como mujer de ganadero: «A cojón visto, macho seguro».

Aguirre ha acudido por segunda vez a esta comisión de la Asamblea de Madrid, y lo ha hecho después de la comparecencia de Ignacio González, con quien ni siquiera se ha cruzado por los pasillos.

Para la expresidenta del PP madrileño, es «fácil» hablar «a toro pasado» de los presuntos casos de corrupción y no antes, cuando era presidenta de la Comunidad de Madrid, más aun cuando nadie le preguntó sobre esta cuestión en los plenos del Parlamento madrileño de «todos los jueves».

«A toro pasado, macho seguro», ha aseverado Aguirre, que ha provocado risas entre los diputados por su confusión del refranero, pese a ser «mujer de ganadero», como ha asegurado.

Acompañada del portavoz del PP, Enrique Ossorio, la exlíder 'popular' se ha autodesignado como la artífice de la idea de construir en el centro de Madrid «una cancha de prácticas» de golf, que no un campo de golf, como ha precisado, un deporte que le ha «beneficiado mucho» en su vida desde pequeña, al igual que aprender inglés, aunque a la oposición le parezca una práctica «deleznable».

«Máteme, pero la idea fue mía», ha dicho Aguirre, que desde 1983 quería promover como concejal de la oposición en el Ayuntamiento de la capital la construcción de ese campo de golf, pero vio su proyecto frustrado al encontrarse con el rechazo del presiente del Canal en ese momento porque era «muy costoso».

La exdirigente del PP lo había visto en ciudades «muy importantes del extranjero», como en Tokio, y «en algunas películas». Por ello, cuando llego a la Presidencia de la Comunidad volvió a proponer la construcción del campo de prácticas de golf, pero esta vez con Ignacio González al frente del Canal.

Ha explicado que responsabilidad fue plantear este proyecto frente al anterior, que consistía en construir un helipuerto, que le parecía «molestísimo».

Pero solo esa, ya que, como presidenta regional, no se encargaba de la «ejecución» de los proyectos.

«No sé si saben qué es lo que hace un presidente de la Comunidad», ha dicho a los portavoces de la comisión de investigación por corrupción, en la que ya no está el PP, a cuyos dirigentes les ha reprochado su «error» por no recurrirla, como hizo ella en el Ayuntamiento de Madrid con una similar.

Sí ha entonado el 'mea culpa' por no haber vigilado a personas de su entorno como Francisco Granados e Ignacio González, quien tenía «toda su confianza». «La confianza está bien, pero el control está mejor», ha dicho Aguirre parafraseando a Lenin.

La expresidenta madrileña se ha mostrado como «una persona extraordinariamente afectada con todo esto» y, por eso, ha querido contestar «a todo», salvo a lo relacionado con las presuntas irregularidades del máster de Cristina Cifuentes, según Podemos, la «otra rana» de Aguirre.

Asimismo, ha negado «en absoluto» que permitiera que Granados o González se beneficiaran de las obras de la construcción del campo de golf del Canal para lograr financiación ilegal para las campañas electorales del PP, porque contaban con una cantidad «más que suficiente», como todos los grupos parlamentarios.

«Jamás he consentido eso a nadie», ha subrayado.

A su llegada, Aguirre se ha mostrado relajada, hablando con los diputados a la espera de ser llamada por la presidenta de la comisión, Dolores González.

Sin hacer declaraciones a los medios, la exlíder del PP de Madrid ha abandonado la Asamblea tirando besos a los periodistas, a quienes ha dicho: «Os echo de menos».